¿Qué paso con ella? En el año 2005, uno de los casos que más aterró a los peruanos fue el asesinato de María del Carmen Hilares Martínez, que murió tras recibir 65 puñaladas por parte de su propia hija Giuliana Llamoja de 18 años en su vivienda ubicada en la calle Las Magnolias en el distrito de San Juan de Miraflores.
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Un día de marzo, la joven Giuliana Llamoja estaba probandose un vestido frente al espejo de su cuarto cerca a las 9 de la noche, de pronto, la madre apareció y comenzó a recriminarle que intentó matarla pues encontró un sobre con veneno para ratas. Tras esto, comenzaron a gritarse una a la otra.
Según la manifestación policial, la joven dijo que María del Carmen fue la primera que la atacó con un cuchillo de cocina. Giuliana tenía pequeños cortes y laceraciones en los brazos. Pero, según ella, pudo arrebatarle este objeto filudo y le devolvió el ataque: más de 60 puñaladas en todo el cuerpo.
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“Fui a la cocina y le dije: ‘¡basta de insultarme!’. Entonces, ella cogió dos cuchillos y me los tiró. Uno se estrelló contra la pared y se rompió el mango, el otro cayó al suelo y también se rompió. La golpeé con la parte del mango del cuchillo que yo tenía, forcejeamos, chocamos contra la pared y con su espalda apagó el interruptor de la luz. Trataba de agredirme, pero me defendí. Luego ella dejó de moverse y cayó al piso”, indicó Llamoja.
El juicio empezó lleno de canales de televisión y reflectores que le caían encima a Giuliana, que alguna vez había ganado un concurso de baile en la TV peruana. Durante el momento del juicio no paraba de llorar y afirmó que los ataques contra su madre fueron en defensa propia.
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“No soy un monstruo. No tengo una mente siniestra. En ese momento no sentía que era mi madre, solo era una mancha negra que se abalanzaba sobre mí y quería evitar que me haga daño”, señaló.
Finalmente recibió una pena de 20 años de prisión y tenía que pagar una reparación civil de 30 mil nuevo soles a favor de los deudos de su madre. Según lo informes psiquiátricos, la joven tenía el complejo de Electra y una personalidad histriónica.
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Su pena fue reducida de 20 años a 12 años los jueces tomaron en cuenta su arrepentimiento sincero. También consideraron el momento del asesinato, pues en ese entonces ella recién tenía 18 años edad, por lo que la ley minimizaba sus delitos.
Tras cuatro años de estar recluida, en el 2009 salió en semilibertad del penal de Mujeres de Chorrillos. en el año 2012 no cumplió con algunas de las restricciones que se les impuso y se volvió profuga de la justicia, a la misma vez que era buscada intensamente, la Corte Superior de Justicia de Lima ordenó revocar la orden de captura contra ella al no encontrar responsabilidad en la sentenciada, pues consideran que no transgredió las reglas de conducta.
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Tras haber cumplido con su condena, Giuliana Llamoja se dedicó a escribir poesias y apareció en uno que otro programa de televisión, incluso uno de sus libors tuvo presencia en la Feria del Libro del año 2010.
Finalmente, en los últimos años no volvió a aparecer en medios de comunicación. Sus únicas presentaciones fueron en festivales de poesía y, según su perfil de Linkedin, actualmente se desempeña como abogada penalista y se encuentra estudiando una maestría en esta misma rama en la Universidad de Friburgo, en Alemania.
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