En horas de la tarde un grupo de internos del penal de San Juan de Lurigancho se amotinaron en el pabellón 10 dejando 34 presos heridos. Tras ello, los familiares de los afectados se aglomeraron en la puerta del centro penitenciario exigiendo explicaciones.
Las horas pasaron y la angustia se apoderó de las familias que prendieron una llanta y rompieron la ventanilla del penal. Ellos pedían la lista de los heridos y saber si entre ellos había alguien de gravedad ya que se había voceado que había un interno apuñalado y otro mutilado.
Tres horas después, César Álvarez Arrieta, Subdirector del Penal de Lurigancho, salió y aseguró que no había internos de gravedad y que la reyerta se controló a tiempo. También negó haber un preso mutilado. “Le han cortado una parte del dedo, pero no es de gravedad”, dijo el representante del penal.
Posteriormente, el INPE indicó que el motín ocurrió a las 2 de la tarde y que se debió entre bandas rivales que desean controlar el pabellón 10.
Además, la entidad indicó que un total de 40 efectivos del GOES, controlaron y redujeron la reyerta. “se procedió a conducir a los internos heridos hacia la clínica del penal para las atenciones y evaluaciones correspondientes”, se lee en el comunicado.
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“Posteriormente, se procedió a la revisión corporal y de ambientes del pabellón, decomisando los objetos que pudieran afectar a la población penal, como puntas de metal, cuchillos, palos con punta”, dijo el INPE.
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