En medio de la misa solemne y Te Deum, el arzobispo de Lima, Carlos Castillo, mencionó algunas palabras de reflexión por encontramos en el Bicentenario del Perú al igual que la pandemia. Además, hizo hincapié en que todos los peruanos deben de ser participes en la búsqueda de soluciones para nuestro país.
“Ninguna entidad política puede sustituir la voluntad ciudadana, sino está obligada a servirla con fidelidad y llegar a acuerdo teniendo en cuenta como principio orientador el bien común”, se le escuchó decir al monseñor Castillo esta mañana de 28 de julio.
Del mismo modo, no dudó en recordar a Jorge Basadre y a José María Arguedas en medio de la eucaristía. “El papa Francisco en el 2018 que nos visitó, nos recordó que somos el país de la promesa peruana que va a cumplirse, siendo espacio de esperanza para todas las sangres”.
“En el próximo quinquenio del nuevo régimen político, las autoridades, todas, estamos llamadas a hacer lo que esté a nuestro alcance para el fortalecimiento del Perú en su economía, en la democracia, en la salud y educación. Superemos las divisiones bipolares enfrentadas en las que desaparece la confianza”, agregó.
“Estamos llamados a dejar de lado los absolutos simplificadores que más nos han afectado en estos 200 años: la ambición desmedida del poder y de dinero. En nuestro Himno no rendimos gran juramento ni a la idolatría del poder ni del dinero, sino lo hacemos al Dios de Jacob”, finalizó el arzobispo de Lima.
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