En señal abierta, Beto Ortiz aseguró que la congresista Rocío Silva Santisteban, del Frente Amplio, tiene vínculos con terroristas. ¿Las pruebas? Una foto junto a Maritza Garrido Lecca, quien estuvo en prisión por 25 años.
El periodista, quien ya ha sido desmentido por otros políticos, dijo que la legisladora y la condenada por tener nexos a la organización terrorista Sendero Luminoso, "son amigas".
Ante lo vertido, Rocío Silva Santisteban utilizó sus redes sociales para desmentirlo. Junto a un documento, explicó que sus visitas al penal de mujeres de Chorrillos se debía a que dictaba talleres de literatura, tal y como en algún momento lo hizo Ortiz.
“La difamación es un delito: fui agente pastoral del 2006 al 2010 en la cárcel de mujeres de Chorrillos. Dictaba talleres de Literatura como lo ha hecho Beto Ortiz. Pero ahora se usa esto para terruquearme y mentir. No sean asquerosos”, escribió.
La denuncia no solo alcanza a Beto Ortiz, sino que también al excandidato presidencial Rafael López Aliaga, al electo congresista Jorge Montoya y al conductor Phillipp Butters. Todos ellos están bajo el ojo de la justicia por repetir el mensaje del fujimorismo: fraude en la segunda vuelta electoral.
Pero eso no es todo, pues la acusación también los sindica de caer en los presuntos delitos de conspiración para sedición, grave perturbación de la tranquilidad pública, así como asociación ilícita para delinquir.
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