Mesa Redonda, ubicada en el Centro de Lima, es uno de lugares más representativos del comercio ambulatorio y clandestino que por muchos años viene siendo la primera opción para conseguir productos y mercadería a bajo costo. Sin embargo, hace 20 años, la mafia de la informalidad le costó la vida a más de 270 personas y enlutó a un país que aún es dominado por "la ley del más vivo".
El 29 de diciembre del 2001 a las 7:15 de la noche, por los jirones Andahuaylas, Cusco y Puno, un enorme incendio provocado por la detonación de un pirotécnico causó la muerte de aproximadamente 277 personas, entre comerciantes, compradores y transeúntes, quedando en la historia de nuestro país como una de las tragedias que habrían tenido que marcar un antes y un después de una de las zonas consideradas como "bomba de tiempo".
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Tras el suceso, las autoridades decidieron endurecer la vigilancia en la venta de juegos artificiales y prohibió su circulación en el lugar con el objetivo de que dicha desgracia no vuelva a repetirse.
Recién en el 2007 se inició el proceso judicial para determinar a los responsables del incendio. La Corte Suprema ordenó compensar a cada deudo con 200 mil soles y 35 mil soles para cada lesionado como reparación civil por parte del Estado. Sin embargo, las víctimas señalan que luego esa resolución fue cambiada, haciendo "que esos 200 mil soles tenían que ser repartidas entre nosotros, quedando 700 soles por cada fallecido y 130 soles por cada lesionado", indicó Martha de la Cruz, presidenta de los Deudos de Mesa Redonda a TV Perú.
Asimismo, en el 2008 se condenó a cuatro años de prisión al exjefe de la VII Región de la PNP, general Luis Sánchez Arias, acusado de haber retirado el cordón policial que habría impedido la venta de pirotécnicos en la zona, siendo ratificada su sentencia en el 2009 por los delitos de homicidio culposo y lesiones culposas agravadas.
Pese a que anualmente se rinde homenaje a los fallecidos del siniestro, poco o nada se ha aprendido sobre cómo se debe llevar a cabo el control de la venta informal en Mesa Redonda. Tras 19 años de la tragedia, las aglomeraciones y las mafias ambulatorias continúan predominando en el lugar desnudando también las limitaciones de nuestras autoridades para controlar una zona que aún sigue siendo de alto riesgo.
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En el contexto de la pandemia del nuevo coronavirus (COVID-19), la Municipalidad de Lima anunció el último 15 de diciembre que reducirán drásticamente el aforo en Mesa Redonda a un máximo de 15 mil personas. Asimismo, indicó que se incrementará el control de acceso de vehículos, así como el desplazamiento de estibadores. Igualmente, sancionarán a quienes ejerzan el comercio ambulatorio no autorizado con una multa de hasta 2580 soles.