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Trabajadoras sexuales piden ser parte de la cuarta fase de reactivación económica [VIDEO]

Gremio se siente excluido por el Gobierno y a través de un oficio dirigido al Congreso y al Ministerio de Salud buscan reiniciar sus labores con todos los protocolos de bioseguridad.

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El Movimiento de trabajadoras sexuales del Perú junto a la organización de trabajadoras sexuales Miluska Vida y Dignidad realizaron este último miércoles una protesta frente al Congreso de la República y el Ministerio de Salud exigiendo ser parte de la cuarta pase de la reactivación económica debido ya que se sienten excluidas por el Gobierno peruano.

“En ningún momento (el presidente) ha mencionado a las trabajadoras sexuales discriminándonos y excluyéndonos, encontrando la excusa perfecta del COVID para criminalizarnos. Nosotros somos ciudadanas con derechos como todo el mundo. Tenemos necesidad, derecho al trabajo; así como, a estar en espacios seguros”, señaló a La República la presidenta del Movimiento de trabajadoras sexuales del Perú, Ángela Villón.

Una de las exigencias que emitieron desde el gremio es la reapertura de los locales donde reciben a sus clientes para poder laborar con todos los cuidados y sin ser violentadas por la Policía.

No queremos trabajar de manera clandestina, pues los únicos que sacan provecho son la policía, las municipalidades, que vienen, nos acosan, nos extorsionan y muchos violan a las chicas y las amenazan”, reveló Villón.

Asimismo, dentro de las medidas establecidas para el reinicio de sus actividades está la aplicación de protocolos de bioseguridad para evitar al nuevo coronavirus (COVID-19) como la medida de temperatura, lavado de manos, desinfección, así como la realización de una prueba rápida una vez al mes para las trabajadoras.

De igual forma detallaron que será obligatorio el uso de la mascarilla tanto para ellas como para el cliente, poses sexuales con un metro de distancia como mínimo y el uso de preservativo.

“Estamos solicitando al Minsa que en la atención médica periódica; así como, se incluye las pruebas de clamidia, sífilis y gonorrea, se implemente la prueba rápida del COVID por lo menos una vez al mes. Eso significa que tendríamos cubiertas dos pruebas rápidas mensuales (junto con las que se realizarán en los locales)", agregó Ángela Villón.

Por otro lado, también piden que los doctores que las atienden en los Centros de Referencia para Enfermedades de Transmisión Sexual (CERETS) no sean removidos ya que muchas veces llegan galenos que no están capacitados ni tienen la sensibilidad para atender sus casos.

“Tenemos el problema que cambian a los médicos, no son estables y llegan profesionales que no saben trabajar con poblaciones claves. Muchos de ellos atienden con indiferencia y hasta desprecio, eso hace que muchas compañeras no quieran ir al centro de salud. Están tumbándose la estrategia sanitaria nacional”, sentencia Villón.