En la urbanización Cerros de Camacho, la Brigada de Rescate de la Municipalidad de Surco, convencieron a un varón de 32 años de no arrojarse desde el décimo quinto piso de su edificio. El hombre le dijo al personal edil que tenía problemas con su pareja.
Esta terrible situación fue divisada por un agente de Serenazgo, cuando Juan Carlos, gritaba desde su ventana. Este se encontraba aferrado al marco y amenazaba con lanzarse, por lo que se comunico al los rescatistas mediante el Centro de Control de Operaciones de Surco.
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Los brigadistas, Moisés Castillo, Héctor Ibáñez y Jorge Rivadeneyra, se hicieron presentes en el lugar, donde el conserje como la empleada del hogar, los ayudaron a entrar para que conversaran con él, mientras que le ponían un soga alrededor de su cintura sin que se de cuenta.
in embargo, no fue necesaria la fuerza. El hombre entró en razón más aún al señalar que tenía un hijo menor de edad. Con lágrimas en los ojos el presunto homicida, se alejó de la ventana para sentarse en el piso, diciendo que se sentía aliviado y pidió disculpas.
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“Lo bueno que Moisés lo hizo entrar en razón. Al principio el señor cerraba los ojos pero sí escuchaba a nuestro compañero. Finalmente desistió. Fueron 15 minutos bastantes tensos”, señaló, el jefe de la Brigada de Rescate de Surco, Jorge Rivadeneyra.