Una prisión en Brasil se convirtió en noticia a nivel mundial, debido a que los reos fueron protagonistas de un sangriento motín que terminó con la vida de 57 detenidos, de los cuales, 16 de ellos fueron decapitados por otros presos, quienes fueron captados cuando jugaban fútbol con las cabezas de sus rivales.
La matanza carcelaria fue considerada como una de las mayores desde 1992 y se produjo en el Centro de Recuperación Regional de la localidad de Altamira, protagonizada por los criminales Comando Rojo y Comando Clase A, la cual terminó con un baño de sangre que conmocionó a todo el país.
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La rebelión empezó a las 7 de la mañana y concluyó antes del medio día. "Fue un enfrentamiento entre bandas rivales. Dos guardiacárceles fueron tomados como rehenes, pero ya fueron liberados", dijo a la AFP un portavoz de la Superintendencia de Prisiones de Pará.
Según las cifras oficiales, 16 de los reos fueron asesinados por medio de la decapitación, y pese al sangriento acto, los detenidos no contentos con ello, decidieron jugar fútbol con las cabezas de las personas. Las imágenes captadas por los medios fueron difundidas en redes sociales y han dejado perplejos a todos los televidentes.
En la cinta se ve cómo hay seis cabezas amontonadas junto a uno de los muros, mientras que uno de los prisioneros se acerca y pone a rodar una de ellas como una pelota. 41 reos más fallecieron tras el incendio generado por los sujetos, ya que habrían perecido por asfixia.
Brasil actualmente está sufriendo de una superpoblación carcelaria que ha salido a la luz con más fuerza a raíz del nuevo motín que acabó con la vida de 57 personas.
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