El Poder Judicial de Lima Norte, condenó a la pena máxima de cadena perpetua contra Luis Alberto La Torre Abanto, por abusar sexualmente a su hijastra menor de edad en su vivienda de la ciudad de La Libertad, en varias oportunidades entre los años 2002 al 2008. Este procesado fue absuelto por el ex juez supremo César Hinostroza Pariachi, presunto líder de la organización criminal "Los Cuellos Blancos del Puerto".
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El pasado 29 de mayo, la Primera Sala Penal Liquidadora de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, inició el nuevo juicio oral contra el acusado, en el proceso penal N° 6189-2008, luego que la Segunda Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema, presidida por el ex juez supremo César Hinostroza Pariachi, el 11 de junio del año 2018, declaró nula una sentencia condenatoria anterior.
El tribunal supremo, presidido por el ex juez César Hinostroza, había ordenado que se reciba la declaración de la agraviada sobre hechos cometidos entre el año 2002 al 2008, cuando la agraviada tenía entre 6 a 12 años. Ante esta nueva disposición, los magistrados de Lima Norte, interrogaron a la menor por vía Skype desde España donde radica con sus padres.
El imputado, Luis Alberto La Torre Abanto (49) fue condenado a cadena perpetua, al hallarlo culpable por la comisión del delito de violación sexual cometido en agravio de la menor de iniciales T.R.T.LL., hija de su conviviente.
La principal dificultad que enfrentó la Sala Penal de Lima Norte fue que la agraviada ya no reside en nuestro país desde hace varios años, con lo que la exigencia de su necesaria declaración en el nuevo juzgamiento era de imposible realización.
Acorde a la política de modernización del Poder Judicial, especialmente en lo concerniente al uso de las tecnologías de las comunicaciones, mediando el uso de Skype se recibió la declaración de la agraviada (23) y se practicó una confrontación con el acusado, actuaciones en las que ratificó los cargos delictivos formulados contra el citado acusado.
La agraviada pudo escuchar en tiempo real la sentencia y al ser informada que ha sido objeto de recurso de nulidad por la defensa del procesado expresó: “Que se haga justicia y no se haga más daño”.
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Así, el Colegiado integrado por los jueces superiores Durán Huaringa, Huaricancha Natividad y La Rosa Paredes (Director de debates) gracias a la TIC pudo concretar el derecho de acceso al juicio oral a la agraviada y el derecho a conocer la decisión de la justicia por los delitos contra su integridad sexual cuando era menor de edad, superando la formalidad del Código de Procedimientos Penales de 1940, que requería la presencia física de las personas que intervienen en el juicio oral.
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