Cada 30 de agosto se celebra a Santa Rosa de Lima, una de las festividades de fe que mayor cantidad de gente moviliza, y una de las costumbres que se tiene para esta fecha es la de dejar cartas en el pozo de los deseos.
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En ellas, los fieles escriben sus peticiones a la milagrosa limeña y van y la dejan en el famoso ‘pozo de los deseos’, el cual se llena cada año con miles de misivas. Pero, ¿qué ocurre con estos textos una vez que pasan las festividades o se llena hoyo?
Muy contrario a lo que muchos creen, las cartas no son retiradas del pozo a fin de que éste tenga espacio. Ésta es una teoría que ha circulado por años, pero es falsa. Según los encargados del Santuario de Santa Rosa de Lima, ubicado en el Centro de Lima, la fosa tiene una profundidad de 19 metros, y nunca nadie ha bajado a sacar los papeles.
Aunque parezca increíble, las cartas se quedan allí. Debido a diversos factores, el papel se va desintegrando por el calor y la humedad, lo que va dejando espacio para las nuevas misivas.
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Para confirmar esta teoría, el sacerdote y director del Museo de Santo Domingo, Luis Enrique Ramírez Camacho, declaró que el papel es material biológico que se va degradando poco a poco. “Además, estamos cerca al río Rímac hay capas freáticas que van haciendo que la humedad interna degrade el papel. La humedad, la lluvia, el frío y el calor contribuyen a que estas cartas vayan deshaciéndose”, agregó.
Isabel Flores de Oliva, conocida como Santa Rosa de Lima, falleció un 24 de agosto de 1617, hace 400 años. Las puertas del templo ubicado en la avenida Tacna estarán a abiertas hasta las 8pm. Los fieles que no puedan asistir pueden dejar sus deseos a través de los correos: rosadelima.peru@hotmail.com y santarosa.correo@gmail.com.
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