Un dramático momento viven los pobladores de Carapongo en San de Lurigancho. Y es que tras el desborde del río Rímac, decenas de ciudadanos quedaron aislados.
Ante ello, efectivos de la Policía Nacional, con ayuda de algunos pobladores, improvisaron varios caminos para ayudar a los niños y adultos que intentaban cruzar las calles.
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Varias madres y padres de familia con hijos en brazos tuvieron la prioridad y el cuidado debido, a fin de evitar caer sobre el agua.
En otro punto del desastre, se usaron sogas para las personas se sujeten mientras cruzan la pista desbordada, mientras otras personas sujetaban desde ambos extremos. Cabe señalar que el agua llega prácticamente a las rodillas de los habitantes.
Muchos reclamaron la presencia del alcalde o personal municipal, a fin de ayudar a sacar de sus casas a quienes por alguna razón deben cruzar la pista pero no pueden hacerlo por temor a que se los lleve el agua.
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