Yolanda Maldonado
Fotos: Marco Cotrina
La irresponsabilidad de dos conductores de la empresa Z-Buss que competían por pasajeros, sumada a la de una combi cuyo chofer estaba ebrio, provocó un accidente que dejó 12 muertos y 30 heridos.
El fatal hecho ocurrió a las 9:30 pm del domingo en el kilómetro 79 de la Panamericana Norte, en el distrito de Chancay.
Según las primeras investigaciones, los buses de placas A9M-959 conducido por Ever Osorio Lara (66) y B8Z-985 manejado por Henry Leguía Moreno (32), iban a excesiva velocidad porque competían entre sí.
Los ómnibus habían salido de la agencia en Acho, en el Rímac, y se dirigían a Huacho.
De pronto, la combi de matrícula A6B-791, conducido en estado de ebriedad por Carlos Pariona Asencio (39), cruzó intempestivamente la Panamericana Norte para dirigirse a Huaral.
Esta irresponsable maniobra provocó que impactara levemente contra el bus conducido por Henry Leguía, que se salió del carril.
Su compañero Ever Osorio, para evitar chocarlo, impactó contra un poste de alumbrado público, luego contra la fachada de un local y terminó empotrado en el restaurante Los Álamos.
La dueña del local, Felicia López, pidió que la empresa se haga responsable. “Felizmente estaba cerrado cuando ocurrió todo. Se escuchó un golpe, como el fin del mundo. Solo se veían cuerpos tirados”, mencionó.
En efecto, debido al impacto los cuerpos de los pasajeros salieron volando del bus y muchos de ellos quedaron irreconocibles.
Los conductores fueron trasladados a la comisaría para las diligencias. En el lugar confirmaron que el dosaje etílico del conductor de la combi salió positivo, con 0.70 de alcohol por litro de sangre. Pese a la prueba, Pariona negó haber estado ebrio. “Los choferes de los buses tienen la culpa”, mencionó en la delegación.
A su turno, Ever Osorio sostuvo que impactó contra la vivienda para evitar una peor tragedia chocando con el otro bus. La empresa no se ha pronunciado al respecto.p
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