Surco: estrangulan a psicóloga de 72 años en su vivienda

A pocas horas de la llegada del 2016, una sicóloga de 72 años, esposa de un alto oficial del Ejército, fue asesinada en su vivienda en una exclusiva zona de Surco.

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Los agentes de la División de Homicidios de la Dirincri informaron que el cadáver de María Josefina González Roberto presenta huellas de golpes en diversas partes del cuerpo.

El resultado de la necropsia determinó que la causa de la muerte fue traumatismo cervical y asfixia mecánica.

ALGUIEN DE CONFIANZA

Alertados por unos gritos, los serenos y policías llegaron poco después de las 5:00 de la tarde del 31 de diciembre a la residencia de la calle Océano Atlántico N° 260, Urb. Neptuno.

Al ingresar al inmueble encontraron en uno de los ambientes el cuerpo sin vida de la infortunada sicóloga.

La casa está frente a una caseta de serenazgo. El testimonio del sereno que estaba de turno, así como el de un jardinero, serán claves en la investigación.

Los investigadores confirmaron que las chapas de la puerta no habían sido forzadas, por lo que se presume que el asesino sería un conocido de la víctima.

Una de las posibilidades es que haya sido victimada por uno de sus pacientes a los que atendía en su casa.

La otra hipótesis apunta a una persona del entorno de la víctima.

Tampoco se descarta la posibilidad que un extraño haya ingreso a la vivienda a robar y, al ser descubierto, acabó matando a la mujer. 

SEPARADA

María González Roberto era esposa del general EP (r) Scipión Oblitas Zárate, de quien llevaba varios años separada. Ayer peritos de criminalística volvieron a la escena del crimen para recoger nuevas evidencias que los ayude al esclarecimiento del caso.

Los restos de María Josefina fueron velados en el velatorio del Hospital Militar Central, en la Av. Brasil. Hoy por la tarde se realizará el sepelio en un camposanto de la capital.

En el lugar estuvo su esposo, el general Oblitas Zárate, quien pidió que las investigaciones se realicen en reserva.

De otro lado, se supo que la infortunada trabajó en la Clínica Geriátrica del Ejército y atravesaba por una crisis depresiva.