Con gorras rojas, decenas de berlineses nadadores del club Seehunde Berlin (Focas de Berlín) cumplen con su tradición anual de zambullirse en las gélidas aguas del lago Oranke, de la capital alemana, para conmemorar la Navidad.La temperatura ambiente era relativamente moderada para la época del año, con 5 grados centígrados, pero lo suficientemente fresca como para que los nadadores entraran en calor cantando canciones navideñas antes de arrojarse al agua.“Lo mejor es la sensación posterior, es como si te desprendieras de todo lo malo. Es asombroso”, dijo la nadadora Beate Korehnke.“Hay un escozor en todo el cuerpo, como un sauna, pero al revés”, añadió.La práctica de natación en agua helada es extendida en toda Alemania.
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