Muerte anunciada. Las palabras que el vendedor Néstor Arnulfo Quiñonez Belahonia (47) le dijo a una vecina: “Me voy a matar”, las hizo realidad.
Pero también incluyó a su ex conviviente Rosario Jackeline Vásquez Linares (39), estrangulándola con un cordón para luego inyectarse una letal sustancia en su vivienda de Villa El Salvador.
El trágico hecho sucedió la mañana del último jueves en el inmueble del sector 9, grupo 6, Mz - C, Lt 09, de la Urb. Pachacámac en dicho distrito del cono sur.
Escogió cumpleaños
Para perpretar su insana determinación Néstor Quiñonez Belahonia eligió el día de su cumpleaños y esperó que sus dos hijos, uno de 16 y otro de 10 años se fueran al colegio para quedar solo con su ex pareja, de quien estaba separado desde hace siete meses.
Según vecinos, la mujer se desligó del vendedor porque era golpeada, maltratada física y sicológicamente.
Luis Vásquez Linares, hermano de la víctima, descubrió el cuerpo sin vida de su pariente al llamarla reiteradas veces a su celular y no responder ni llegar a trabajar a la botica de su propiedad, por lo que fue a buscarla.
En el dormitorio
Al llegar al inmueble acompañado de policías temiendo lo peor, ingresó por el techo y halló los cadáveres en el dormitorio.
La mujer estaba sobre la cama y presentaba varios surcos en el cuello y sangre en la nariz. Mientras el vendedor tenía en el brazo huellas de haberse inyectado el medicamento (sildenafilo), viagra y sobre una mesa tres botellas de cerveza y una de ron. La policía investiga.
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