Letona/R.Aronés
El SO PNP de Tercera, Robert Utia Quispe fue quien vendió el arma al canadiense, Sebastián Woodroffe, que habría sido usado para dar muerte a la sabia de la etnia shipibo conibo, Olivia Arévalo, en Pucallpa.
Lo hizo en medio de una transacción legal luego que el extranjero manifestara su necesidad de tenerla para su seguridad personal al estar en una zona peligrosa.
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Tal declaración lo hizo el agente policial ante la fiscalía que investiga el caso. Para ello presentó el documento de compra y venta de fecha 3 de abril. No obstante, el arma que usó el ciudadano canadiense hasta la fecha no es hallada.
FISCAL CONFIRMA
En tanto, el presidente de la Junta de Fiscales Superiores de Ucayali, Ricardo Pablo Jiménez Flores habló con el Popular. Explicó que trabajan en la hipótesis de que el crimen de la lideresa indígena Olivia Arévalo Lomas habría sido por una presunta deuda de 14 mil soles que Julián Vásquez, hijo de la occisa, tenía con Sebastián Woodroffe.
El magistrado sostuvo que los testigos aseguraron que el día del crimen, Woodroffe fue a casa de la sabia para buscar a Julián Vásquez y le devuelva su dinero. Al no encontrarlo habría dado muerte a su madre. “Al hijo no lo podemos ubicar y es importante que declare, porque estamos investigando la muerte de su madre. Él es el indicado para aclarar el móvil que queremos confirmar o descartar y es el más creíble. Los otros móviles se han descartado”.
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SERÍA NEGATIVO
El fiscal superior, Ricardo Jiménez, dijo que la prueba de absorción atómica practicado a Sebastián Woodroffe había salido negativo, presuntamente porque el cadáver fue encontrado 48 horas de haber sido enterrado y sus manos estaban con barro.
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