Alejandro Toledo se descompensa en audiencia y exige ser trasladado a la clínica

El expresidente Alejandro Toledo sufrió un inesperado colapso durante una audiencia judicial clave en el marco del caso de la Interoceánica Sur. El incidente ocurrió en el transcurso de la sesión cuando Toledo solicitó ser trasladado al hospital o a la clínica más cercana debido a un problema de salud que lo afectaba. El exmandatario está imputado por presuntamente haber recibido sobornos de la empresa Odebrecht a cambio de asegurar la licitación para los Tramos 2 y 3 del corredor vial que conecta Perú con Brasil.

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Toledo solicitó ser llevado a un hospital o a una clínica

Con voz entrecortada, el exmandatario expresó su malestar y la falta de atención médica, rogando que contactaran a Roberto y lo llevaran a un hospital o clínica cercana. La magistrada, al escuchar su súplica, instruyó a su abogado para que coordinara con la familia las acciones necesarias. José Roberto Su Rivadeneyra, abogado del exmandatario, describió el preocupante estado de salud de su cliente.

Al llegar al penal, lo encontró temblando y con un fuerte dolor en el pecho. Tras llamar a una enfermera, se verificó que su presión arterial estaba en 100 sobre 70, significativamente baja. Además, el exmandatario reportó un hormigueo en las manos, según informó Su Rivadeneyra a Canal N.

Indicó que la atención médica fue lenta. "No había un médico disponible en el penal de Barbadillo. Permanecí allí hasta las 3:30 p.m., pero ningún médico apareció. Él se quedó esperando atención", relató.

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¿De qué acusan a Alejandro Toledo durante su etapa como presidente de la república?

Alejandro Toledo, quien fue presidente de Perú entre 2001 y 2006, enfrenta acusaciones de corrupción y lavado de activos. Durante su mandato, se le atribuyen vínculos con el escándalo de la constructora brasileña Odebrecht. Se le acusa de haber recibido sobornos millonarios a cambio de favorecer a la empresa en la adjudicación de obras públicas, como la carretera Interoceánica.

Además, se investigan compras de inmuebles y otras transacciones financieras sospechosas realizadas por sus familiares, que se presume podrían haber sido financiadas con dinero ilícito. Las acusaciones incluyen la presunta recepción de $20 millones en sobornos.