Trujillo: la historia de amor detrás de la pulsera que ayudó a identificar cadáver de piloto

El joven de tan solo 19 años, Mayt Franklin Jiménez Barreto, finalmente puede descansar en paz luego de que su cuerpo fuera hallado en el mar de Pimentel en Trujillo, tras estar varios días desaparecido luego de que la avioneta Cessna, donde viajaba con otras personas cayera al mar.

Su cuerpo fue reconocido gracias a una pulsera negra, que detrás esconde una historia de amor juvenil, la cual le fue regalado por su enamorada y que llevaba sus iniciales. Este fue clave para las autoridades para que sus familiares finalmente puedan darle el último adiós.

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¿Cómo fue que la pulsera pudo ser determinante para reconocerlo?

Nataly Dealbert, conoció a Mayt, desde muy pequeño, ambos estudiaron juntos en el colegio y tras largos años de amistad lograron consolidar una relación amorosa y fue por ello que ambos decidieron regalarse una pulsera negra con colgantes de la inicial 'N' y un corazón, que fueron de mucha ayuda para lograr su identificación.

A pesar de la tragedia que los separó, Nataly aún conserva su propia pulsera de hilo negro, con una 'M', y declaró a la prensa que nunca pensó que este símbolo de su amor mutuo serviría para identificar el cuerpo sin vida de su ser amado que ahora partió a la eternidad.

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Fue reconfortante que llevara la pulsera

“Cuando estábamos distanciados ver la pulsera era reconfortante, porque me hacía recordar a él. Lo nuestro no ha sido un amor simple y pasajero. Los dos, desde que empezamos, sabíamos que era una relación seria y estábamos muy comprometidos. Buscábamos siempre lo mejor para nosotros, cada vez éramos muy pegados”, contó la joven a medios locales.

Asimismo, Nataly comentó que en estos días ya deberían haber viajado a otro país para continuar con su historia de amor lejos de sus familias. “Ayer ya debimos haber viajado a otro país. Empezar con nuestro sueño y metas que teníamos”, mencionó la joven entre lágrimas. 

En esa línea, la joven también contó que a pesar de su juventud, Mayt tenía una visión clara de su futuro puesto que se proyectaba que con 30 años, sería un aviador reconocido y con 40 años, propietario de varias empresas relacionadas con la aviación. Cabe resaltar que el occiso comenzó a pilotar desde los 17 años, pero la muerte lo encontró trágicamente a los 19 años.