Chiclayo: carreteras, viviendas y negocios en peligro tras desborde del río Chancay en Reque y Monsefú
Caudal arrasó con más de mil hectáreas de cultivos y avanza hacia los centros poblados.
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Los distritos de Reque y Monsefú, en Chiclayo, atraviesan por su momento más difícil, debido a la falta de obras de prevención para evitar el desborde del río Chancay. En los dos últimos meses se han perdido cientos de hectáreas de cultivos; pero con el incremento del caudal en las últimas horas, están en peligro las viviendas, negocios y vías de comunicación.
Los agricultores y pobladores consideran que el apoyo de las autoridades regionales y nacionales es insuficiente. “Nuestros gobernantes siempre esperan a que ocurra una desgracia para recién actuar. En este momento, solo se cuenta con una maquinaria pesada y cuando se queda sin combustible se paraliza el trabajo de encauzamiento que realiza”, enfatizó Ramiro Álvarez.
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En el sector Rama Valencia, en Callanca, en Monsefú, el río Chancay se encuentra a dos metros de distancia de las viviendas y a 20 metros de la pista. Las familias pernoctan en los exteriores por temor a que el cauce aumente y arrase con todo lo que encuentra a su paso. Se trata de personas de bajos recursos que no tienen a donde ir y, por ello, solicitan su inmediata reubicación.
Esta localidad es conocida por los turistas por su corredor gastronómico, que está en riesgo de perderse. Los restaurantes campestres El Milagro y Carmencita, creados hace más de dos décadas, son los más afectados y ante la lentitud de las autoridades, los empresarios están comprando desmonte para contener el agua.
“Nuestra población está pagando los embates de la naturaleza por falta de obras de prevención desde 1998. Hasta el momento, se han perdido 400 hectáreas de cultivos. Nosotros no vivimos en la ribera del río, estos son sectores agrícolas. Un promedio de 7.000 habitantes nos quedaríamos incomunicados si el caudal llega a la pista”, declaró el alcalde de Callanca, Aldo Rodríguez.
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Vías destruida
En tanto, el camino carrozable y bordo de contención que une a los sectores El Potrero y Montegrande (Reque) ha quedado destruido tras el desborde del río Chancay. Las familias están exigiendo la construcción de una defensa ribereña de piedra provisional para evitar que continúe avanzando el cauce.
“Nosotros vivíamos de nuestras chacras y ahora no tenemos nada. El agua nos llevó el maíz, camote y demás productos de pan llevar. Ahora puede acabar con nuestras casas. (…) Miren cómo están nuestras carreteras, no tenemos como cruzar para abastecernos con alimentos. Por favor, clamamos por ayuda”, señaló Donativa Guevara.
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