Abuelo emprendedor de Pensión 65 refresca Puno con helados artesanales a base de leche de vaca

En el corazón del altiplano puneño, específicamente en el centro poblado de Ancoputu, distrito de Zepita, un adulto mayor ha demostrado que la altitud no es un límite para el emprendimiento. Alfonso Huichi Chambilla, de 68 años y beneficiario del programa Pensión 65, ha conquistado a sus vecinos y visitantes con una propuesta tan sencilla como deliciosa: helados artesanales elaborados con la leche fresca de sus propias vacas.

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La historia de Alfonso muestra la importancia del apoyo del Estado

La historia de don Alfonso es un testimonio de cómo el apoyo estatal puede transformarse en iniciativas productivas. Gracias a la subvención económica que recibe de Pensión 65, este puneño visionario ha podido dar vida a su emprendimiento heladero. "Ordeño a mis vaquitas desde muy temprano, con ese producto ya puedo hacer mis paletas y helados, que aprendí con ayuda de mi hijo", comparte con orgullo.

El secreto del sabor: Leche fresca y frutas de su biohuerto

Pero el secreto del sabor único de los helados de don Alfonso radica en la calidad de sus ingredientes, obtenidos directamente de su entorno. Tras obtener la leche de sus bien cuidadas vacas, se dirige a su biohuerto, un espacio cultivado con el apoyo del programa Foncodes, también perteneciente al Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis). Allí cosecha manzanas, uvas, aguaymantos y otras frutas frescas que complementan sus creaciones heladas.

Emprendimiento a gran altitud: Éxito en todas las estaciones

"Siempre cuido la alimentación de mis vacas, porque con su leche y mis frutas puedo hacer mis helados, que los compran todo el año. Parece que el sabor está por encima de las estaciones", comenta con una sonrisa este emprendedor de las alturas. Su dedicación a la calidad se traduce en un producto casero y auténtico que ha trascendido las preferencias estacionales.

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Un ejemplo de superación y participación activa

Don Alfonso no solo se dedica a la elaboración de helados. Su espíritu emprendedor lo impulsa a participar activamente en los encuentros de Saberes Productivos organizados por Pensión 65 y el gobierno local. En estas plataformas, exhibe con orgullo sus otros productos agrícolas, como lechuga, pepinillo, betarraga, apio, tomate y vainita, demostrando la diversidad de su trabajo en la tierra.

Con una profunda conexión con la ganadería y la agricultura desde su infancia, don Alfonso también cría cuyes y gallinas, reafirmando su convicción de que la edad no es un obstáculo para mantenerse activo y productivo. "Estoy convencido de que mi trabajo refleja las fuerzas que tengo. La edad no es un impedimento para emprender", afirma con determinación este heladero artesanal que ha dejado una huella dulce en el corazón de Puno y sus visitantes.