Religiosa habría infringido normas canónicas en caso de terrenos en Áncash

El caso de la religiosa europea Norma Anna Frick, radicada en la localidad de Moro, en Áncash, continúa generando polémica dentro y fuera de los círculos eclesiásticos. De acuerdo con el padre Antonio Rella, reconocido jurista canónico, las acciones de Frick en torno a la adquisición y gestión de predios vulnerarían gravemente las normativas del Derecho Canónico.

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Según explicó el experto, todo religioso que ha hecho votos solemnes, especialmente de pobreza, pierde la capacidad jurídica para poseer o administrar bienes. Incluso si se obtiene un permiso especial, esos bienes no pertenecen a la persona, sino a la congregación a la que pertenece. Así lo establece el artículo 668 del Código de Derecho Canónico.

En ese marco, Rella advirtió que Frick no solo habría adquirido terrenos en su nombre, sino también en representación de un familiar extranjero, lo cual está expresamente prohibido sin autorización de los superiores religiosos. “Todo religioso tiene prohibido administrar bienes ajenos o aceptar cargos que impliquen responsabilidades económicas, salvo que cuente con la licencia del superior mayor”, indicó.

El jurista también planteó una serie de interrogantes que deberían ser aclaradas por las autoridades eclesiásticas. Entre ellas, si Frick tenía efectivamente autorización para operar como apoderada de su primo Martin Emil Alfred Gstöhl, o si ha sido víctima de estafas reiteradas por montos elevados y sin sustento documental del origen de los fondos.

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Finalmente, Rella advirtió que la opacidad en la actuación de la hermana Norma Anna Frick deja dudas sobre si sus acciones fueron en nombre propio, de su congregación o de su familiar. “La adquisición ilegítima de bienes por parte de un religioso profeso es nula. Si no se esclarecen estos hechos, se pone en riesgo la credibilidad de la vida religiosa. La Iglesia debe continuar su proceso de limpieza interna con firmeza y transparencia”, concluyó.