"Dio su vida por la patria": su esposo murió luchando contra el terrorismo y ahora el Ejército la quiere desalojar

Una verdadera pesadilla es lo que vive la viuda de un héroe de las Fuerzas Armadas, quien perdió la vida luchando contra el terrorismo en 1994, debido a los constantes asedios que sufre por parte del Ejército peruano, quienes estarían buscando la manera de desalojarla de la Villa Militar de Chorrillos, pese a ser una persona vulnerable por su avanzada edad y padecer una terrible enfermedad.

"Es muy terrible lo que uno vive, más que todo en mi condición de madre y de mujer, porque yo soy una persona vulnerable. Soy portadora de una válvula mitral y vivo todos los días con unas pastillas anticoagulantes, o si no unas inyecciones que me ponen en el ombligo. Porque si yo no me pongo esas ampollas me forman trombos y (con) esta tensión, peor", comenzó manifestando Esperanza Pusse a ATV Noticias.

De acuerdo a la víctima, todo empezó hace 28 años cuando perdió a su esposo estando con 7 meses de embarazo, ya que le llegaban diversos documentos donde le advertían que debía salir del predio. "Cuando murió mi esposo fue muy triste, pero aún así armé fuerzas de corazón, a pesar de mi deterioro por la enfermedad que tengo, y saqué adelante a mis hijos", comentó.

"[…] Y cuando a mi me mandaban documentos de que 'me van a desalojar', era mi terror porque no sabía dónde ir. Yo no tengo familia acá (en Lima), no sé a dónde voy a ir. No quiero que vayan contra mi con todo esto, solo pido que cumplan con la ley, de lo que me corresponde como viuda", agregó la afectada.

En efecto, según pudo mostrar mediante un documento, en 2020 el Poder Judicial le notificó al Ejército Peruano que el desalojo contra la viuda era improcedente y vulnera la Ley N° 24988, el cual "declara de interés social la atención a los requerimientos de vivienda y salud, para integrantes del Cuerpo General de Discapacitados del Ejército y para el personal de otras Instituciones Militares y Policiales, que, en acto, ocasión o a consecuencia del servicio resulten discapacitados".

"Mi esposo era muy bueno: un buen padre y buen hermano. Todo el tiempo él me ha dado mi lugar, me ha cuidado en mis enfermedades. Pero es triste ahora pasado 28 años de no tenerlo a mi esposo a mi lado, he pasado muchas cosas, muchos sufrimientos. No es fácil", mencionó doña Esperanza.

Ante ello, pide al Ministerio de Defensa y al presidente Pedro Castillo puedan pronunciarse al respecto, a fin de no ser desalojada de la vivienda que por ley le corresponde. "Que por favor se preocupen más de los deudos de los que han luchado por la pacificación de la patria, que haga cumplir la ley", sentenció la mujer.