Leyendas misteriosas de la costa peruana que debes conocer: La Viuda Negra, Las brujas de Cachiche y más

¿Te atreverías a visitarlos? Nuestro país está lleno de leyendas que han pasado de generación en generación y muchos de ellos se han dado en lugares turísticos que guardan secretos por la forma en la que fueron construidos o exactamente en el lugar que se encuentran. En la nota te damos el top tres que no te puedes perder.

¿Cuáles son las tres leyendas del Perú que debería conocer?

Las Brujas de Cachiche, en Ica:

- La leyenda cuenta que en el pueblo de Cachiche, vivieron varias brujas. Esta mujeres tenían demasiada experiencia creando hechizos de amor y al mismo tiempo realizaban trabajos para sanar a los enfermos con brebajes.

- Los pobladores más antiguos mencionan que ellas hacían aquelarres alrededor de la “palmera de siete cabezas”, misma que es visitada por los turistas. Además, una antes de morir dejó un hechizo sobre la cabeza; si esta crecía podrían suceder desastres y los moradores lo asocian con todo lo que han pasado en los últimos años.

El boquerón dela Viuda Negra, en Huacho:

- En esta parte de Huacho, un grupo de pescadores estaba realizando su faena con normalidad hasta que vieron la figura de una sirena. Ellos le contaron a sus compañeros del puerto, pero no les creyeron.

- Al poco tiempo estas personas fueron desapareciendo y una de las esposas lo buscó en su desesperación, pero solo encontró su ropa, al estar desesperada corrió al boquerón y se lanzó al abismo. Ella penaría triste buscando a su compañero.

La Quinta Heeren, en Lima:

- Los interesados en la arquitectura antigua usan este lugar como uno de los puntos de visita en su radar y es que muchos de ellos tienen a ir por lo paranormal, encontrando el lugar perfecto para quizá poder pasar por ello.

- Está ubicado en el corazón de Barrios Altos, Centro de Lima. Son una serie de casonas elegantes y de características de época, exactamente en el siglo XIX, exactamente hechas por el ingeniero Oscar Heeren.

- La leyenda es de 1928, un hombre japonés se suicidó porque le iba mal en sus negocios. Él habría optado por el harakiri y desde ese entonces su fantasma camina por los pasillos de su antiguo hogar.