Mil oficios: La historia de una mujer emprendedora que apoya en ollas comunes y conduce carga pesada
Una historia de supervivencia y de empeño por querer salir adelante, es sin duda la de Liz Mendoza de Pómez, una mujer provinciana que nos cuenta como se convirtió en toda una emprendedora exitosa.
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Con mucho miedo y sin saber en lo que podría pasar, Liz Mendoza de Pómez llegó a la capital de su natal Abancay con las esperanzas de poder ser alguien en la vida y vaya que lo ha conseguido, pues con tan solo 18 años logró llegar a Lima junto a su padre Don Santos Mendoza acompañada también de sus hermanos menores. Al estar ya en la capital, se acogió al sur de Lima en un lugar llamado Quebrada de Retamal ubicado entre los distritos de Villa María del Triunfo y Pachacamac, es ahí en donde empezó su gran cambio.
Ella recuerda con mucha nostalgia que el lugar en donde pudo establecerse no contaba con luz ni agua, por ende, no tenía los servicios necesarios para poder subsistir. A pesar de los obstáculos que se atravesaban, Liz no permitió que estos problemas fueran un impedimento para que ella pueda desarrollarse y pueda salir adelante. Es por ello, que tuvo que aprender a conducir camiones y maquinarias pesadas para lograr sobrevivir en la capital, pues con ese trabajo apoyaba a su esposo en sus labores y conjuntamente en poder llevar alimento para los miembros de su hogar.
Asimismo, nos comentó que otra razón para poder trabajar con máquinas pesadas fue que su esposo llegaba a casa muy agotado. “Sabes, mi esposo conducía camiones y operaba maquinaria pesada y algunas veces venia cansado, del cual me vi en la necesidad de aprender a manejar y traer de vuelta los camiones”.
Son recuerdos que, sin duda, rememora con mucho orgullo debido a que el camino que Liz tomó fue el más difícil pero el correcto. Esta mujer de rostro amable y de pequeña estatura también se dedicó a la crianza de animales, fue tan grande el éxito que logró tener aproximadamente 20 mil cuyes y 50 ovinos, es ahí en donde su emprendimiento dio un giro de 180° a su vida trayéndole grandes beneficios a ella y a toda su familia, pues cada logro que Liz tenía lo compartía con todos los miembros de su hogar.
La razón de su emprendimiento
A todo ello, Liz manifiesta que sintió la necesidad de buscar otras alternativas para poder generar dinero cuando apareció la pandemia del Covid-19, no obstante, a pesar de no contar con los recursos necesarios Liz apoyaba a sus vecinos de su zona con víveres y sobre todo apoyaba a las ollas comunes de su sector. Lamentablemente fue ahí en donde se contagió de Covid-19 pero pudo superar esa enfermedad y seguir con su incansable labor social.
A diario, son miles de jóvenes que deciden abandonar sus hogares con el fin de conseguir sus sueños y puedan brindarle lo mejor a su familia, es por ello que Liz Mendoza de Pómez sostiene que para poder lograr el éxito y conseguir cada meta que uno se promete solo es cuestión de perseverar y ponerle cada día muchas ganas de querer salir adelante, sin excusas y con un solo objetivo que es alcanzar tus propios sueños.
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