Acusación de fraude de Keiko Fujimori hirió el honor de comunidades en Puno

Las impugnaciones planteadas por Fuerza Popular para anular seis actas de votación en Puno por presuntos indicios de fraude fueron rechazadas por el Jurado Electoral Especial (JEE) al ser presentadas a fuera del tiempo establecido por la Ley de Organizaciones Políticas. Sin embargo, las acusaciones de Fuerza Popular contra varias comunidades del altiplano no pasaron desapercibidas.

Según pudo conocer La República, en el distrito de Chupa, provincia de Azángaro, las autoridades locales encabezaron marchas para exhortar el respeto de su elección en esta segunda vuelta electoral, tras sentirse aludidos moralmente, sobre todo de una agrupación política con antecedentes de poca transparencia.

De acuerdo con el antropólogo Vicente Alanoca Arocutipa, las comunidades más afectadas son las quechuas y aimaras, culturas predominantes en Puno, quienes votaron por el candidato presidencial Pedro Castillo al identificarlo como una oportunidad de cambio.

“A diferencia de la ciudad, en los pueblos, se conversa. Desconocerán los resultados oficiales, pero entre ellos ya saben por quién votaron. Lo hacen de manera concertada. Eso es propio del colectivismo. Pretender quitarle votos, en su percepción, era dejarlos sin voz”, señaló para La República.

Por su lado, Henry Flores Villasante indicó que las manifestaciones realizadas en la ciudad son una respuesta cultural contra las denuncias de fraude. Además, menciona que en el altiplano nunca recibieron atención en el gobierno nacional.

“En las comunidades no se ven con buenos ojos las decisiones provenientes de Lima. Y, cuando se lanzaron las denuncias de fraude les ha parecido ofensivo y discriminador. Sobre todo de personas que desconocen la realidad de los pueblos chicos”, añadió.

En tanto, Godofredo Chura señaló que la agrupación que lidera Keiko Fujimori reaccionó sin sustento alguno al señalar que familias enteras se apoderaron de las mesas para cometer irregularidades.

“En las comunidades es común el apellido Mamani. No conocer ello y, encima endilgarles familiaridad para engañar, los ha herido en su honor a los comuneros porque sus apellidos representan a su identidad y su cultura. Apellidar Mamani, significa ser familia”, aseveró.

Además, indicó que el fujimorismo cavó su tumba en Puno, ya que la población no olvidará lo sucedido y, además, ello le costará a los partidos de derecha ganar adeptos.

Advierten toma de calles

Cerca de nueve comunidades se pronunciaron sobre la denuncia de fraude de Fuerza Popular, quienes amenazan con llegar a Lima en caso los resultados se extiendan. “Esto es el inicio. El pueblo ya despertó. Esto va continuar por el cambio, incluso de la Constitución”, manifestó Juan Carlos Gómez Palacios, dirigente.