Alucinaciones olfativas podrían ser una peligrosa secuela del COVID-19

No solo puede disminuir la capacidad del sentido olfativo, también puede desaparecer, confundir olores e incluso fantasearlos.

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Especialistas investigan estas alteraciones olfativas y como recuperar al paciente de estas secuelas.
Especialistas investigan estas alteraciones olfativas y como recuperar al paciente de estas secuelas.

La alteración del sentido del olfato es un síntoma frecuente en pacientes COVID-19. Al inicio de la pandemia, los trastornos más conocidos eran la hiposmia que se caracteriza por la reducción de la sensación olfativa y la anosmia o nula percepción de olores. Sin embargo ahora la parosmia que es la confusión de olores o distorsión olfativa, y la fantosmia o invención de aromas, podrían ser nuevas secuelas del coronavirus .

El Dr. Omar Gonzáles, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Guillermo Almenara Irigoyen, explica que, a consecuencia de que el virus SARS-CoV-2 se aloja en el epitelio respiratorio, éste llega a afectar al neuroepitelio olfatorio y provoca que los pacientes no sientan, confundan o alucinen olores.

En el Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen de EsSalud, los especialistas en otorrinolaringología, realizan una serie de estudios que implica el uso de esencias como café, limón, rosas, maní, menta, fresas y manzanas. Este proceso complementa los análisis y ayuda a confirmar un diagnóstico certero y temprano para revertir los efectos que deja la COVID.

Los trastornos olfativos son síntomas frecuentes en los pacientes COVID y es importante reconocerlos oportunamente para la detección temprana de la enfermedad.

Estas alteraciones del olfato en los procesos infecciosos de vías altas generalmente se resuelven cuando lo hace el resto de síntomas agudos; pero en algunos casos puede aparecer un problema olfatorio post viral de tipo neurosensorial que tardara semanas o, peor aún, meses en desaparecer.

Terapias

Las alteraciones del olfato varían en intensidad (hiposmias, anosmias) y en calidad (parosmias, fantosmias). Deberían ser transitorias que desaparecen cuando se resuelven el resto de síntomas, pero las probabilidades de recuperación parecen ser más limitadas en cuadros de larga evolución y pacientes de edad avanzada.

La lesión del neuroepitelio que puede permanecer después de la resolución de la infección, desaparecerá progresivamente con la regeneración del componente neuronal de la mucosa olfativa pero cuanto más tiempo lleven los pacientes sin olfato, o con el olfato alterado, más difícil será rehabilitarlo.

La rehabilitación olfatoria se logra con la exposición a elevadas concentraciones de olores por cinco a siete minutos al día, durante un periodo de entre tres y seis meses y a medida que empiecen a ser capaces de oler; se les propone, ir ampliando la gama de olores. Pero sin duda alguna, la prevención de contagio siempre será la mejor aliada para evitar estos trastornos y desenlaces fatales.

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