"Quisimos levantarnos, pero con el COVID hemos caído": víctimas del Niño Costero temen por la cuarentena

Madres de familia de la asociación "Sembrando Esperanza" y víctimas del desborde del río en 2017, piden ayuda para continuar alimentando a más de 200 familias a través de ollas comunes y aseguran que se están quedando sin recursos.

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Ante este nuevo confinamiento no tienen cómo seguir generando ingresos debido a que son trabajadores informales y por el momento solo dependen de las solidaridad de las personas.
Ante este nuevo confinamiento no tienen cómo seguir generando ingresos debido a que son trabajadores informales y por el momento solo dependen de las solidaridad de las personas.Crédito: Captura de pantalla/Canal N

En la incertidumbre total. Madres de familia que pertenecen a la asociación "Sembrando Esperanza" ubicado en Lurigancho-Chosica, vienen pidiendo ayuda para seguir realizando ollas comunes que permitan alimentar a más de 200 familias que no cuentan con ingresos y temen quedarse sin recursos en la segunda cuarentena dispuesta por el Gobierno a causa del nuevo coronavirus (COVID-19).

En diálogo con Canal N, la presidenta de la asociación, Aida Gamarra Sánchez, ellos son los damnificados del desborde del Niño Costero de 2017 y que, pese a que intentaron salir adelante después de aquella desgracia, "hemos vuelto a caer" tras la llegada de la pandemia del COVID-19.

"Somos los mismos damnificados y afectados por el Niño Costero del 2017 y nuestra situación es incierta aún. Estabamos tratando de levantarnos, pero ahora con el COVID-19 nuevamente hemos caído. Nosotros vivimos sin servicios básicos y nos tenemos que autofinanciar para seguir apoyando y la mayoría de nuestra asociación está conformada por familias vulnerables", mencionó Gamarra.

Asimismo, añadió que ante este nuevo confinamiento no tienen cómo seguir generando ingresos debido a que son trabajadores informales y por el momento solo dependen de las solidaridad de las personas.

"No tenemos seguro, no tenemos quien nos ayude para poder sacar los pases (laborales) porque somos trabajadores informales y vivimos del día a día. Estamos atados de pies a manos, por eso dependemos de personas solidarias que se suman a esta olla para poder seguir alimentando, teniendo en cuenta que en la cuarentena anterior hemos perdido a cuatro integrantes de nuestra asociación, pero no por el COVID, sino por falta de alimentación", añadió.

Frente a ello, Aida Gamarra pide ayuda y algunas donaciones para poder brindar un poco de alegría a los niños y ancianos de su comunidad ante este nuevo confinamiento por la pandemia.

"No solo necesitamos víveres, si alguien tiene ropa de buen uso, zapatitos para los niños, libros si tuvieran para que continúen estudiando porque aquí no sabemos mucho de tecnología y muchos niños han perdido el año porque no hemos podido llevar las clases virtuales", dijo.

Para cualquier ayuda, se pueden comunicar con la señora Aida Gamarra Sánchez al 940 190 221.

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