Coronavirus en Perú: El reto de la fisioterapia cardiorrespiratoria

Christian Moreno

Detrás de las frías puertas de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del país, existen muchos héroes de la salud, que día a día luchan por salvar vidas que están en serio peligro de ser arrebatadas por el coronavirus. Pero dentro de estas salas también hay tres mujeres aguerridas encargadas de que los pacientes se recuperen y libren de las garras de la muerte y continúen su vida como antes.

Ellas son las licenciadas Diana Ponce Bravo, María Ysabel Mendoza Román y Cinthia Natividad Peña, tecnólogas médicas en terapia física y rehabilitación, especialistas en fisioterapia cardiorrespiratoria, que integran el equipo que lucha en UCI junto a los pacientes Covid-19 del Hospital Sabogal del Callao.

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Una vez que un paciente en estado crítico ingresa a UCI por Covid-19, es entubado de inmediato. Y cuando cumple los parámetros adecuados para retirarles la sedación y el ventilador mecánico, se inicia con mayor ahínco la labor de la fisioterapia cardiorrespiratoria.

“Nuestro trabajo es asistir al paciente para que vuelva a tener todas sus capacidades respiratorias adecuadas. Lo hacemos con ejercicio fisioterapéutico, utilizando herramientas científicamente estudiadas”, señala Ponce.

Cuando al paciente se le retira el respirador, comienza otra lucha, contra las secuelas en el cuerpo, que hacen que necesite de ayuda para que, primero, no vuelva a utilizar el respirador y, segundo, que la movilidad de sus músculos y extremidades estén al 100%.

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“El ventilador está respirando por él. Estando sedado crea consecuencias en la parte muscular. Cuando el paciente despierta, lo vamos abordando y le hacemos una evaluación para evitar las miopatías y ayudarlo a que salga de la UCI”, detalla la licenciada María Ysabel Mendoza.

Falta de especialistas

Actualmente existe en el Sabogal cinco salas UCI, donde hay unos 50 pacientes con Covid-19, a quienes las tres licenciadas tienen que atender y multiplicarse para poder hacerle las terapias a cada uno de ellos. Ellas se toman entre 40 minutos a una hora por paciente, que dependiendo del estado en que esté, le ayudará a que evolucione progresivamente.

“Realizamos un turno de 8 a 9 horas y tratamos de atender a todos. Entras y te olvidas de todo, solo te concentras en el paciente y dar todo por ellos”, comenta Mendoza.

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Actualmente se necesitaría como mínimo diez profesionales más que puedan sumarse al equipo para que los pacientes puedan tener hasta dos sesiones por día y así tengan pronta recuperación.

Fortalece vínculos

El trabajo del fisioterapeuta cardiorrespiratorio consiste en diversos ejercicios y así el paciente deje de depender de una sonda gástrica y el ventilador. “Desde que abre los ojos nos presentamos y le decimos qué vamos a hacer. Tenemos que trabajar con un vínculo de paciente y médico, que si el paciente está triste o deprimido no ayuda a su evolución. Tenemos que darle fuerza, ánimo y fortalecerlo bastante de que sí puede salir de esto”, refieren.

Frente de batalla

La licenciada Diana Ponce comentó que sus compañeras también fueron víctimas del Covid-19, y tuvieron que hacer la cuarentena varios días, lapso en el que ella estuvo sola, batallando con todos los pacientes.

“Es una bendición de Dios que no me haya contagiado. Las tres trabajamos juntas y que yo no me haya infectado, es algo inexplicable. En ese tiempo se logró muchas cosas, varios pacientes dados de alta. En un momento pensé, ¿qué sería si yo me contagio? ¿Se quedarían sin atención? Pero eso no sucedió; ellas regresaron y estamos las tres juntas de nuevo”, recordó Ponce Bravo.

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A su memoria llegó el recuerdo de una paciente con quien se daban aliento mutuamente. La licenciada luchando por salvar las vidas y la paciente por seguir progresando. “Su estado era crítico, pero logró ser extubada, estuvo agradecida y con mucha fe que podría lograr y nunca dudó. Yo estaba sola en ese momento y me ayudó mucho y yo a ella. No la voy a olvidar”, concluyó.

Especialidad nueva

La especialidad de fisioterapia cardiorrespiratoria es relativamente nueva en Perú, y se da desde hace cinco años aproximadamente. Hoy la importancia de los fisioterapeutas es mayor, pues se trabaja con el paciente desde que ingresa a UCI, hasta que va a piso, pero pese a ello, no se lleva un control en hospitalización. Con la pandemia, se espera que se abran más convocatorias en los diversos hospitales del país, ya que su labor hace que los pacientes no estén largo tiempo con respiración mecánica.