Indultado por Apra lidera red que trafica droga a Europa en buques
Tremenda joyita. En el 2010, el chalaco Mario Fernando Mejía Marín (60) purgaba prisión en un penal; pero la suerte le sonrió cuando una resolución firmada por el ex presidente Alan García y el ex ministro de Justicia, Aurelio Pastor, le redujo la pena de diez a seis años, con lo que recuperó su libertad.
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Tremenda joyita. En el 2010, el chalaco Mario Fernando Mejía Marín (60) purgaba prisión en un penal; pero la suerte le sonrió cuando una resolución firmada por el ex presidente Alan García y el ex ministro de Justicia, Aurelio Pastor, le redujo la pena de diez a seis años, con lo que recuperó su libertad.
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Sin embargo, la Dirandro intervino una mansión valorizada en un millón de dólares, que incluía piscina, lujosos muebles y barra de tragos, según difundió ATV+.
Esta propiedad le pertenecía nada menos que a Mejía Marín, quien ahora está como no habido y es buscado intensamente por la policía.
CAPTURA DE LLANERO
Todo comenzó el 8 de setiembre de este año, cuando la policía decomisó más de 211 kilos de droga a 1.3 millas del puerto San Martín, en la ciudad de Pisco (Ica).
En ese lugar fue intervenida la embarcación gasera de bandera española Hispania Spirit y se detuvo al buzo venezolano Jonathan Aldana Mata (26), quien tenía wetsuit.
Los tripulantes de la embarcación dijeron que se trataba de un polizonte que viajaba con cuatro maletines y cuatro mochilas. Cuando las autoridades revisaron los equipajes encontraron 21.8 kilogramos de clorhidrato de cocaína.
El destino de la droga era el puerto de Manzanillo, en México, desde donde se exportaría a Europa. Algunos de los ladrillos tenían los signos de Gold, 99, AMG y dos alas.
Las maletas y mochilas iban sujetadas a la estructura del barco con cables metálicos.
CELULAR FUE CLAVE
Al llanero se le encontró un celular donde tenía fotos que permitieron conocer la mansión, ubicada en una zona de invasiones, que la hacían destacar del resto de casas.
Allí se acopiaba la droga que luego era trasladada desde la caleta de pescadores en lanchas artesanales hacia Pisco, donde el buzo venezolano preñaba los buques en el mar.
“Mi pana, qué es lo que tú quieres. Yo no hablo nada. Si hablo, me matan”, respondió Aldana Mata a la policía.
LÍDER ESTÁ ENFERMO
El líder de la organización está como no habido. La policía le sigue los pasos y solo sabe que está oculto en Lima o Callao. Tiene diabetes, lo que lo imposibilita de hacer viajes que demanden mucho esfuerzo.
Se supo que a inicios de año Mejía Marín se salvó de un atentado en el que le dispararon siete balazos, ninguno de los cuales lo alcanzó.
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