Papa Francisco bendijo a Sudamérica

Ante la algarabía de miles de fieles, el papa Francisco llegó a Ecuador, dando inicio así a la gira de ocho días por Sudamérica que comprenderá otros dos países: Bolivia y Paraguay.

En su primer discurso tras arribar al aeropuerto Mariscal Sucre, el Sumo Pontífice bendijo a Sudamérica e instó al presidente Rafael Correa a fomentar “el diálogo y la participación sin exclusiones”.

ESTÁ CON MINORÍAS 

Consideró que las minorías vulnerables representan la deuda más grande de América Latina y como representante de la Iglesia católica no puede separarse del pueblo menos favorecido.

“Las minorías más vulnerables son la deuda más grande que aún Latinoamérica tiene, pido poner atención a nuestros hermanos más frágiles”.

Señaló que en el evangelio se pueden encontrar “las claves” para “afrontar los desafíos actuales, valorando las diferencias, fomentando el diálogo y la participación sin exclusiones”.

SALUDÓ A INDÍGENAS

Fiel a su costumbre, Francisco dio muestras de humildad en suelo ecuatoriano. Poco antes de salir del aeropuerto, llamó para que se le acercaran los jóvenes indígenas que le hacían una valla a un costado de la alfombra roja. A cada uno de ellos, los saludó y besó.

En un modesto vehículo Fiat se trasladó hasta una zona urbana de Quito, donde abordó el papamóvil y continuó su recorrido hasta la Nunciatura Apostólica de Quito.

A lo largo de su recorrido había miles de personas, entre ellas opositores de Correa que aprovecharon para hacer escuchar su voz de protesta.

PECADO

Francisco fue recibido por el presidente Rafael Correa y las principales autoridades del país. En su discurso, el mandatario reconoció que el “gran pecado social” de América es la injusticia.

“Querido Santo Padre, el gran pecado social de nuestra América es la injusticia. ¿Cómo podemos llamarnos el continente más cristiano del mundo siendo a su vez el más desigual?”, se preguntó Correa.

REZA POR VENEZUELA

“Pido al señor abundantes gracias que le ayuden (al pueblo de Venezuela) a progresar cada día más en solidaridad y pacífica convivencia”, decía el telegrama enviado por el papa al presidente venezolano Nicolás Maduro.