Ethel Pozo: “Soy distinta a mi mamá Gisela”

Está en contra de la televisión llamada basura y apuesta por una pantalla blanca, aunque ella prefiere decirle familiar. La conductora de Mi mamá cocina, Ethel Pozo, abre su corazón con El Popular y nos habla de sus inicios en la pantalla chica, además de su encuentro con Magaly Medina, quien la tuvo como blanco de sus ataques durante varios años.

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—¿Has tenido un debut auspicioso en la televisión?

—Para mí es como un hermoso sueño.

—¿El programa te ha cambiado la vida?

—No puedo negar que muchas cosas han cambiado, ahora me reconocen en todos lados. La gente me saluda, me piden fotos, autógrafos, pero yo sigo siendo la misma. Afortunadamente esto me llegó en la madurez.

—¿Cómo asumes esta repentina popularidad?

—Con alegría, pero con los pies bien puestos en la tierra. Ya tengo 36 años, soy una mujer hecha y derecha. Mi rutina no ha cambiado. Sigo siendo la

delegada del salón de mi hija, sigo cocinando algo que me gusta, voy al mercado, hago mis ejercicios.

—¿Sientes que te persigue la sombra de ser la hija de Gisela Valcárcel?

—Es todo un honor, porque mi mamá ha hecho una carrera limpia y con mucho esfuerzo. Pero somos distintas, por ejemplo, a mí me gusta cocinar a ella poco.

—Con Yaco Eskenazi vemos que hay mucha química.

—Súper, nos llevamos maravilloso. Además no imaginas cuánto me ayudan sus años en televisión para trabajar en un espacio en vivo. Es un gran compañero.

—¿Te gustaría que tus hijas Doménica y Luana sigan tus pasos?

—Me gustaría que ellas hagan en la vida los que les guste. Doménica es muy comunicativa, además toca el piano y el cello.

—Magaly Medina fue una despiadada crítica de tu madre y hasta ahí te salpicó.

—Nunca me hicieron mella esas expresiones, por ejemplo, que me digan que tenía algunos kilos de más. Realmente me hubiera afectado que digan que

soy incapaz. Soy una mujer preparada, tengo estudios superiores, un post grado.

—¿Cierto que estuviste cara a cara con ella?

—Así es, fue hace algunos años en una feria de televisión en Miami. Nos saludamos cordialmente, conversamos un ratito. Ahí vi a otra persona, yo creo que la gente cuando no tiene su corazón a veces actúa mal.

—¿Qué otra cosa te agradaría hacer en la pantalla chica?

—No me veo haciendo un programa de espectáculos, ni de entrevistas. Soy comunicadora, no periodista.

—¿Se cuestiona mucho la televisión en estos momentos?

Así es, yo creo que se puede hacer televisión blanca, yo diría familiar. Yo crecí viendo televisión, en GV apostamos desde hace años por una pantalla limpia.

—¿Te ves en un espacio infantil?

—Estoy feliz porque muchos niños me ven ahora, pero si me animo a hacer algo sería para las madres. Soy mamá desde hace diez años. Me encantaría compartir todas esas experiencias.