Bomberos pasaron 29 horas sin descanso tras incendios

Bomberos tuvieron ardua labor por incendios en Mesa Redonda y el Callao. Combatieron el fuego mañana, tarde y noche. Los valerosos hombres y mujeres esperan se cumplan promesas de hace unos meses.

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Bomberos esperan que gobierno cumpla con lo prometido
Bomberos esperan que gobierno cumpla con lo prometido

Son hombres y mujeres comunes y corrientes que experimentan una metamorfosis increíble ante el peligro. Sin importarles la hora se ponen un traje rojo y salen a combatir el fuego y la muerte: son bomberos.

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Otra vez nos dieron un nuevo ejemplo de sacrificio y heroísmo al impedir que las llamas se propaguen en un incendio en la cuadra 9 del jirón Andahuaylas, en la difícil zona de Mesa Redonda y lucharon contra lenguas de fuego en un almacén del Callao

29 HORAS DE LUCHA

Cerca de cien bomberos, sobre todo de la Salvadora Lima y Roma, estuvieron en tres emergencias sin dormir. Casi 29 horas. Llegaron a la galería La Cochera el lunes por la mañana donde se quemaron 30 puestos y luego de arduas labores sofocaron el siniestro a las 5:30 pm. Solos con el impulso de la adrenalina de ayudar al prójimo y hasta sin almorzar con un poco de agua en el organismo para no desmayar. 

RUMBO AL PUERTO

El comandante Miguel Li Choy, jefe departamental Lima Sur, asegura que el deber llamaba. Cuando los bomberos se aprestaban para retornar a sus bases surgió la emergencia del almacén Palmosa en el Callao. Las unidades del primer puerto no se dieron abasto y Lima tuvo que asistir. Sin dormir, maltrechos combatieron al pie del cañón, pero de agua.

PARA CERRAR CÍRCULO

“Muchos de los bomberos han estado 29 horas seguidas trabajando, sin dormir, así es es la mística, la gente a veces colabora y otras no, pero el bombero tiene coraje y si es posible morirá en el intento”, dijo el comandate Li Choy, a quien encontramos en el jirón Andahuaylas en Mesa Redonda, donde se reactivó el fuego ayer en un galería.

NO LOS HEMOS OLVIDADO

El año pasado, los bomberos Alonso Salas Chanduví, Eduardo Jimémez Soriano y Raúl Sánchez fallecieron sofocando las llamas en un almacén del Ministerio de Salud en El Agustino. Sus muertes marcaron un antes y un después. Se prometieron muchas cosas en el ambito político y mejoras en la institución, ¿pero en la práctica? Mangueras rotas, a veces no dan permiso en los trabajos.

El domingo pasado se aprobó una ley del bombero que estipula seguro por muerte, atención en centros médicos y otros. Ojalá se cumplan estos beneficios. Ellos lo merecen. 

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