Peruana refugiada en iglesia de Estados Unidos para no ser deportada cuenta su verdad

Compatriota vende tamales, dicta clases de salsa para sobrevivir y no cuenta con grilletes electrónicos. “No soy criminal, menos una terrorista para que me boten”, dijoIngrid Ivett Encalada Latorre.

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“Mi lucha no es solo por mí sino por los millones de ilegales en este país”,  precisa Ivett Encalada
“Mi lucha no es solo por mí sino por los millones de ilegales en este país”, precisa Ivett Encalada

La peruana Ingrid Ivett Encalada Latorre dijo que agotará todos los recursos y esfuerzos para quedarse en Estados Unidos.

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Reiteró que la orden de deportación en su contra es una felonía como consecuencia de hacerle caso a sus dos abogados americanos.

“Uno me pidió culparme de la compra de documentos robados. El otro no asistió al juzgado. Eso empeoró mi situación migratoria”, precisó.

NO SOY CRIMINAL

Ivett Encalada llegó a Estados Unidos el 2000. Diez años después, le abrieron un proceso de deportación al descubrirse que usaba documentos falsos para trabajar.

 En su defensa, la madre de familia dijo que no sabía que estos eran robados. 

No soy una delincuente, tampoco una criminal, menos  una terrorista para que me boten”, se defendió.

CONTRARIADA

Durante una entrevista con el Popular, se mostró contrariada por las noticias acerca de su voluntaria estancia en el sótano de la congregación cuáquera Mountainn View Friends Meeting, en Denver Colorado.

“No salgo a la calle por respeto a la iglesia. No estoy encerrada”, explicó agregando que tampoco usa grilletes electrónicos, como lo informó la reportera Liliana Bringas de Miratv.

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La periodista adelantó además que su estancia en el templo, solo tardaba su deportación, que se debería cumplir de todas maneras. “Ella está bajo leyes americanas. nadie puede hacer nada”.

HACE DE TODO

Mientras espera reabran su caso para una segunda examinación, Ivett Encalada hace todo para sobrevivir.

A la venta de tamales, se suma el dictado de clases de salsa y eventos con karaoke que le permitió reunir 3 mil dólares.

“Mucha gente viene a verme y colabora conmigo. Bastantes peruanos me han llamado al conocer mi caso”, manifiesta.

AMERICANA

Encalada afirma que pese a ser peruana de nacimiento, ha vivido casi la mitad de su vida en Estados Unidos, por lo que se siente americana.

“Tengo derecho a estar acá. Casi toda mi vida la pasé en este país. He trabajado y padecido acá. Siento que pertenezco aquí”, dice.

Aunque precisa que hará que agotará todos los recursos posibles para quedarse, afirma que de perder, acatará la orden y regresará al Perú.

“Espero con ansias la audiencia que me dejará en este país”, finalizó.

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