Doctor en Casa: ¡Cuidado con la tuberculosis!

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria: el bacilo de Koch. Si bien afecta mayormente a los pulmones, también puede atacar otros órganos, como los ganglios linfáticos, los riñones y los huesos.

LEA MÁS: Alzheimer, un mal que va en aumento

Este mal pulmonar puede contagiarse fácilmente a través del aire, cuando una persona con esta afección tose o estornuda; y las posibilidades aumentan cuando el sistema inmunológico está debilitado. 

Si tienes los síntomas (tos severa por más de 15 días, fiebre, sudoraciones nocturnas, fatiga y adelgazamiento), acude de inmediato al médico.

Recuerda que la tuberculosis tiene cura si es detectada y tratada oportunamente. El tratamiento, que incluye la administración de medicamentos y suele prolongarse por varios meses, debe ser supervisado por un médico.

A TOMAR EN CUENTA

Los tuberculostáticos (medicamentos para tratar la tuberculosis), por ser hepatotóxicos, deben acompañarse con hepatoprotectores: lecitina (ajonjolí, algas marinas), cúrcuma, diente de león, alcachofa, agua con limón sin endulzar, carqueja, balsamina (caigua amarga o fukuá) con tausí, rabanito.

Expón al sol la ropa del paciente después de lavada. El Sol es un gran bactericida. Lava y desinfecta los utensilios del paciente; mantén tu dormitorio limpio, fresco e iluminado. La higiene es fundamental.