Temen que “Gringasho” fugue de encierro al mínimo descuido
La policía temería que el sicario juvenil Alexander Pérez Gutiérrez, “Gringasho”, aproveche el mínimo descuido y fugue de su encierro en el penal Piedras Gordas II donde se encuentra recluido.
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La policía temería que el sicario juvenil Alexander Pérez Gutiérrez, “Gringasho”, aproveche el mínimo descuido y fugue de su encierro en el penal Piedras Gordas II donde se encuentra recluido.
Por ello, ayer no habría sido trasladado de su centro de reclusión hasta el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación, Maranguita, para afrontar una diligencia judicial.
Trascendió que Inteligencia de la PNP habría tenido el dato que el juvenil delincuente estaría por aprovechar cualquier circunstancia para ganar su libertad.
SE QUEJA
“Gringasho” expresó que no se encuentra en un lugar adecuado, no cuenta con las garantías del caso, tiene restricciones y está alejado de su familia.
El temor de una posible fuga se acrecienta después de que su abogado Henry Cisneros advirtiera que su patrocinado tenía la intención de huir de nuevo porque considera que los seis años de prisión impuestos por homicidio eran exagerados.
SE QUEDÓ EN ANCON I
Por medidas de seguridad, el Poder Judicial trasladó a “Gringasho” desde el anexo 3 del centro de rehabilitación juvenil instalado dentro del penal de Ancón II, hasta la sala de juzgamientos del Penal de Ancón I para que declare ante el juez sobre su fuga de Maranguita.
GUARDÓ SILENCIO
Se supo que el sicario juvenil solo contestó algunas preguntas y luego se negó a responder ante el juez de familia que lo investiga.
Su defensa Henry Cisneros dijo que su patrocinado se negó a declarar por desconfianza con los abogados de oficio. “Cree que lo van a engañar, por eso me prefiere”, indicó.
El magistrado, no obstante, acudió a Maranguita para continuar con los interrogatorios a los demás implicados por la fuga de ese centro.
SE RATIFICÓ
Como es público, “Gringa-sho” dijo ante la policía que un ex empleado de Maranguita lo ayudó a fugar en la noche del 31 de diciembre del 2012 y le proporcionó las llaves para salir de su celda y del pabellón.
Indicó que la noche de Año Nuevo solo había dos empleados y redujo a uno ya que el otro había salido a comprar.
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