Se disfraza de 'payasa', baila en los semáforos y es extorsionada por policías: recibió emotiva sorpresa

Una humilde mamá trabajadora recibió una enorme sorpresa cuando realizaba su jornada en los semáforos. Reveló que la Policía le pide plata.

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Con su parlante y celular en mano, la mujer sale adelante todos los días.
Con su parlante y celular en mano, la mujer sale adelante todos los días.Fuente: Composición El Popular.

El video es viral en TikTok. El amor de una madre siempre traspasará cualquier barrera que se interponga en el camino, como es el caso de una señora que se gana la vida en cada luz roja con sus risueños movimientos acompañados de su pequeño, para luego extender la mano y rezar al cielo que broten ligeros sonidos que indiquen que su esfuerzo fue premiado por conductores, transeúntes o curiosos.

Inclusive sin el apoyo paternal que puedan necesitar los hijos, esta mujer se arma de valor y –con un maquillaje precario– sale con su niño parar brindar un risueño espectáculo. Aunque esta historia es emotiva, la madre ha denunciado que fue extorsionada por agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) en Iquitos.

“Danos 500 soles, para la gaseosa”

En el Perú, como seguro en cualquier otro país tercermundista, hay un cierto sector de la Policía que está corrompido y parece ser que cada vez se normaliza esta situación. Pues en esta historia, la mujer –que no tendría razón para inventarse semejante historia– reveló ser víctima de extorsión por efectivos policiales.

“La Policía me dijo que a mi hijo lo van a agarrar y lo van a llevar al Inabif, que no sé qué y no sé cuánto. Me dicen: danos 500 soles para la gaseosa. Les respondo: amigos, yo no tengo esa cantidad que me piden. Empiezo a llorar. Me preguntan por qué lloro, pues porque no hago nada malo; más bien a esas personas que roban, que matan, están libres y en las fiestas, yo solo trabajo”, contó.

Una sorpresa que aviva el alma y recobra la ilusión

La historia de esta mujer causa nostalgia por ver cómo sale adelante con su hijo, pero a la vez indignación al conocerse que es extorsionada por agentes que juran proteger a la ciudadanía de los malhechores. Pero el desenlace no es apesadumbrado, por el contrario, tiene un giro que saca sonrisas de alegría.

Un grupo de mariachis llegó hasta la esquina de trabajo de la madre de familia y le dedicaron un recital. Ella, emocionada y con lágrimas desbordadas, abrazó a su hijo y miró con cierto regodeo la rosa roja que le obsequiaron.

“Nunca, nadie me había cantado esto. La verdad que... ¡muchísimas gracias!”, expresó. Esta madre pudo haber pedido algún incentivo económico o una ayuda material, pero, pese a que los peruanos se alimentan de la desconfianza, ella se contentó con un noble gesto y agradeció el detalle para avivar el espíritu luchador que tiene y fue feliz, por un momento.

SOBRE EL AUTOR:

Periodista especializado en deportes y con interés en el de guerra. Licenciado en la Universidad Tecnológica del Perú. Redactor senior en El Popular, con capacidades en diseño y edición. Interesado en temas de política, ambiental y cultural.