Por qué hay que tirar sal en el inodoro y cada cuánto hacerlo para ahorrar en productos de limpieza

La limpieza del hogar es fundamental para mantener un ambiente saludable, y el baño suele ser uno de los lugares más difíciles de higienizar. En los últimos meses, se viralizó en redes sociales un truco casero con sal para limpiar el inodoro, una técnica económica, sencilla y efectiva que elimina gérmenes, bacterias y olores desagradables.

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¿Cómo funciona el truco casero con sal para el inodoro?

Este método se basa en una reacción química poderosa que combina ingredientes básicos del hogar. Para realizar la preparación se necesita:

• 250 gramos de sal
• 250 gramos de bicarbonato de sodio
• 25 cucharadas de aceite neutro

El procedimiento consiste en verter los ingredientes dentro del inodoro y esparcirlos por todo el interior. Luego, se debe dejar actuar la mezcla durante toda la noche, lo que permitirá descomponer impurezas y residuos adheridos a las paredes del sanitario.

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¿Qué se debe hacer al día siguiente?

A la mañana siguiente, se debe hervir agua y verterla sobre el inodoro. Este paso es esencial para eliminar cualquier resto de suciedad. Finalmente, se tira la cadena para culminar el proceso.

Como paso opcional, se recomienda exprimir el jugo de un limón directamente en el inodoro. Este detalle extra aporta un aroma fresco y natural, además de reforzar la eliminación de bacterias y dar un brillo renovado a la cerámica.

¿Cada cuánto tiempo se recomienda usar este truco casero?

Especialistas en higiene recomiendan aplicar este método al menos una vez al mes o cada 15 días para mantener el baño limpio y libre de gérmenes. De esta manera, se consigue un espacio más higiénico y agradable sin necesidad de recurrir a productos costosos.

¿Qué otros trucos caseros existen para limpiar el baño?

Además de la técnica con sal para el inodoro, hay otros métodos prácticos para mantener el baño impecable:

• Cepillo en mano: permite llegar a las juntas y eliminar residuos acumulados.
• El poder del vapor: eficaz contra los hongos, aunque debe usarse con precaución para no dañar el azulejo.
• El blanqueador como refuerzo: devuelve la luminosidad y el blanco original a las baldosas.
• Pintar las juntas: ideal para recuperar el aspecto de fábrica sin necesidad de cambiar los azulejos.

¿Por qué este truco casero es tan popular?

La razón detrás del éxito de este método es su accesibilidad y efectividad. No requiere productos de limpieza industriales, basta con elementos presentes en cualquier cocina. Así, el baño se mantiene limpio, desinfectado y reluciente durante todo el año sin necesidad de gastar de más.