Salud: La importancia de vacunarse contra la neumonía

Durante el invierno hay que tener especial cuidado con la neumonía, sobre todo, en esta época de pandemia. La neumonía es una infección que puede atacar a uno o a dos pulmones.

Puede causarla gérmenes, bacterias, virus u hongos. Dependiendo de su gravedad, es desde leve hasta mortal. En bebés, niños menores de 2 años, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas o con sistemas inmunológicos débiles es muy peligrosa.

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Por eso es clave prevenirla. Algunas medidas son: vacunarse contra la neumonía, lavarse las manos con frecuencia y no fumar. Sus síntomas son parecidos a los de un resfrío o gripe, pero duran más tiempo y son más intensos: dolor en el pecho al respirar o toser, tos con flema, fatiga, fiebre, desorientación (adultos mayores), escalofríos, dificultad para respirar, debilidad.

Debe consultarse al médico, si se presenta estos signos de manera persistente: fiebre 39°, tos, escalofríos. Para diagnosticarla el especialista realizará un examen físico y pruebas de laboratorio.

Dependiendo el tipo de neumonía, se prescribirá el tratamiento adecuado. Si es por bacterias se recomendarán antibióticos, si es viral se le dará un antiviral para combatirla.

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¿Qué es la neumonía?

La neumonía es una infección que inflama los sacos aéreos de uno o ambos pulmones. Los sacos aéreos se pueden llenar de líquido o pus (material purulento), lo que provoca tos con flema o pus, fiebre, escalofríos y dificultad para respirar. Diversos microrganismos, como bacterias, virus y hongos, pueden provocar neumonía.

La neumonía puede variar en gravedad desde suave a potencialmente mortal. Es más grave en bebés y niños pequeños, personas mayores a 65 años, y personas con problemas de salud o sistemas inmunitarios debilitados.