Turismo Vivencial: Una opción diferente para viajar por fin de año

Las fiestas de fin de año y las vacaciones de verano se encuentran a la vuelta de la esquina, y una buena opción, no solo disfrutar de los paisajes y la comodidad de un buen alojamiento, es el turismo vivencial, rural o sostenible. 

El turismo actúa como motor de desarrollo a través de la creación de empleo directo e indirecto y aporta el 5% del PIB mundial y representa el 6% de las exportaciones de servicios mundiales.

Para el Perú, esta actividad representa cerca del 4% del PBI generando ingresos de U$S 8 mil millones.

En ese sentido, el turismo sostenible se vuelve una alternativa para atenuar la pobreza diversificando las actividades productivas y, al mismo tiempo, ofrecer una opción turística  diferente, atractiva y mucho más personal. 

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La agencia de viajes online líder en Latinoamérica, Despegar.com, te da algunos motivos para disfrutar de esta experiencia en las próximas fiestas de fin de año y vacaciones de verano.

Entendimiento de la diversidad cultural

Un paseo por el Cerro Chaparrí, considerado por la cultura pre inca “Mochica” como sagrado, o un paseo por la Reserva Nacional Pacaya-Samiria, nos permite explorar la diversa fauna, naturaleza y personas que conviven entre ellas.

Este entendimiento solo es posible gracias a los emprendimientos locales que abren las puertas a los turistas para que conozcan un poco más de los rincones aún desconocidos y que logran una contraposición mucho más vívida con el día a día de la ciudad. 

Pone en valor las actividades, costumbres y tradiciones locales

Las expresiones culturales que existen en las distintas partes del Perú demuestran el misticismo, la pasión y las particularidades que existe en cada uno de ellos. Y que mejor forma de conocerlas que visitar la provincia de donde proviene la Marinera, la Danza de Tijeras, la Diablada, el Huayno, el Rocoto Relleno, el plato precolombino de la Huatia y muchas más tradiciones, que en cada tour vivencial serán acompañadas de una gran historia que nos permitirá revalorar nuestra extensa tradición milenaria.

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Generación de nuevas fuentes de empleo y emprendimiento local

La agricultura, la pesca, la ganadería, la textilería, la gastronomía y las distintas actividades vinculadas al campo y la naturaleza, no siempre han estado vinculada con el turismo. En ese sentido, desde la experiencia de cada localidad se puede conocer un poco más de estas actividades. 

Desde paseos gastronómicos que empiezan en los mercados de la localidad y terminan en una clase de cocina, participar de la pesca artesanal, participar de la crianza del Paiche, conocer los rituales de iniciación de los danzantes de tijera y muchas actividades más de acuerdo a la cultura que quieras conocer. 

En el Perú contamos con alrededor de 76 emprendimientos en 16 regiones (San Martín, Amazonas, Cajamarca, Loreto, Lambayeque, La Libertad, Áncash, Ucayali, Pasco, Lima, Ayacucho, Apurímac, Puno, Madre de Dios, Cusco, y Arequipa).  Generando un 12% de incremento en la empleabilidad en Turismo en zonas rurales; predominantemente por la incorporación de la mujer en el manejo de los negocios .

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Reducción de pobreza

Parte de los ingresos por una actividad complementaria, como el turismo, revierte en diferentes grupos de la sociedad la atenuación de la pobreza y logra beneficiar directamente a los grupos más pobres mediante el empleo de la población local en empresas turísticas, el suministro de bienes y servicios a los turistas. 

Por ello, la gestión de pequeñas empresas y empresas comunitarias son una alternativa positiva en la reducción de la pobreza, sobre todo porque la afluencia de turistas internacionales a mercados emergentes y países en desarrollo viene en aumento.

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Impacto Ambiental

Así como la dimensión económica y social, la ambiental es una de las más beneficiosas porque mediante las necesidades de los visitantes, las industrias, el medio ambiente y las comunidades receptoras se define los principios de sostenibilidad de esta actividad. De tal modo, la sinergia adecuada de estos aspectos permite preservar los patrimonios culturales y naturales de forma responsable.