Greissy Ortega: "Nos fuimos del Perú por amenazas" - ENTREVISTA
Se reencontró ayer con su esposo, Ítalo Villaseca, en Estados Unidos. Afirma que en Lima casi destrozan su casa y temía tiren una bomba.
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Por fin llegó el momento del gran reencuentro en Estados Unidos con su esposo, Ítalo Villasca, después de algunas semanas dramáticas, tras permanecer unos días en un refugio en la frontera con México. Desde Nueva Jersery, la hermana de Milena Zárate cuenta su viaje al país del norte y por qué se decidió a abandonar el Perú.
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- Muchos cuestionaron tu viaje y que pongas en peligro tu vida y la de tus hijos.
-Es que nadie sabe de lo nadie, la razón de nuestro viaje fue porque recibíamos las peores amenazas.
-¿De parte de quién?
-Todo empezó cuando Ítalo trabajaba como fiscalizador en la municipalidad de Lima. Tuvo algunos choques con personas que le hacían la vida a cuadritos. Por temor a que pase a mayores, renunció y decidió irse a Estados Unidos.
-¿Ahí paró todo?
-Nada que ver, se suponía que yo iba a viajar un tiempo después, pero comenzaron las amenazas contra mí, que le iban a hacer daño a mis hijos. Empezaron a tirar piedras en la noche contra mi casa, destrozaban las ventanas.
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-¿Ahí fue que decidiste viajar?
-Sí. Estaba demasiado nerviosa, con miedo que en cualquier momento me tiren una bomba.
-¿Por qué no ir a Colombia, tu país?
-Es que no quería darle preocupaciones a mi familia. Incluso la misma Milena (Zárate, su hermana) no estaba de acuerdo, muchos pensaban que era una locura. Había un por qué y ya te lo expliqué.
-¿Fue demasiado riesgoso pasar la frontera?
-Recordar cosas que ya pasaron no viene al caso, lo que puedo decir es que con la ayuda de Dios estamos bien, más unidos y fuertes que nunca.
-¿Dónde van a vivir?
-Ahorita en Nueva Jersey, ya tenemos un departamento.
-¿Cómo está tu hermano, Juan Carlos, sigue en el refugio?
-Felizmente que está bien, ya salió del refugio. Ahora no sé cuál será su recorrido. Cada uno tiene su vida. Yo feliz de estar con mi esposo y mis tres hijos.
-¿Qué te dice Milena?
-Saltó de alegría, así como toda mi familia. Ellos estaban muy angustiados, a Dios gracias mi historia tuvo un final feliz. Ahora a disfrutar este gran momento.
