Cuál es la historia de los padres de "El chavo del 8"

La serie mexicana "El chavo del 8" fue, escrita, dirigida e interpretada por el extraordinario comediante Roberto Gómez Bolaño. Chespirito dio vida al niño huérfano de la “Buena vecindad” y gracias al libro que publicó en 1995, “El diario de El Chavo del ocho”, se conoció más detalles sobre su personaje.

Aunque al Chavo siempre lo vimos solo o junto a sus amigos, sus seguidores se siguen preguntando quienes fueron sus padres. ¿Cuál es la historia de sus progenitores y por qué nunca los vimos? En esta nota de El Popular te contamos qué pasó con ello.

¿Qué pasó con los padres del Chavo del 8?

Según el libro “El diario de El Chavo del ocho”, el Chavo jamás conoció a su papá y sobre su mamá, solo pudo mantener algunos recuerdos. Ella paraba trabajando casi todo el día, por lo que se le dificultaba cuidar a su hijo. Es por ello que tomó la decisión de llevarlo todos los días a la guardería.

Según el relato, la madre del Chavo paraba cansada, por lo que a veces ni siquiera se daba cuenta que se lo entregaban, hasta que un día no volvió por el pequeño y tampoco lo hizo los días posteriores. Así, el niño del barril se quedó huérfano.

¿Cómo el Chavo del 8 llegó a la vecindad?

Al quedarse sin padre, el Chavo, quien en realidad se llama Rodolfo Pietro Filiberto Raffaelo Guglielmi, terminó en un orfanato. Ahí conoció a Martina, una señora de feo carácter y era mala con los niños. El niño huérfano ya no soportaba sus injusticias hasta que un día le hice frente y ella terminó abriéndole las puertas. Así se quedó sin techo donde vivir.

Es entonces cuando el Chavo empezó a deambular por las calles, hasta que le agarró una lluvia y decidió entrar al primer lugar con la puerta abierta. Es así como este personaje termina llegando a la vecindad, la misma que se convierte en su refugio.

Desde entonces, el Chavo vivió en la vecindad junto a sus amigos y de vez en cuando se escondía en el barril, porque en realidad dormía en el departamento 8 junto a una señora de la tercera edad, quien le dio cobijo porque le recordaba a su nieto. Sin embargo, ella falleció y él tuvo que dejar el lugar. Desde entonces, siempre dormía en la casa de sus amigos.