Las mil caras de Chespiritos

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EL CHAVO DEL 8

EL NIÑO DEL BARRIL.  Es un niño huérfano, pobre y mal alimentado que pasa la mayor parte del tiempo en un barril ubicado en el patio delantero de una vecindad mexicana de clase media-baja propiedad del señor Barriga.  Lo  paradójico es que este personaje de niño mísero le dio ganancias extraordinarias a Televisa. Según publicó la revista Forbes en 2012, El Chavo del 8, escrita, dirigida y protagonizada por Chespirito, le dio a Televisa ganancias por US$1.700 millones desde que se dejó de filmar en 1992.

EL CHAPULÍN COLORADO

EL HÉROE TORPE. Ante la presencia de héroes como Superman y Batman, Chespirito quiso crear un antihéroe latinoamericano. Según contó él mismo, lo hizo de uniforme colorado porque otros colores no eran tan buenos para la pantalla en ese entonces.  

En YouTube existen más de 46 mil videos del Chapulín Colorado. De estos, uno de los más buscados es el último capítulo de la serie, que fue emitido el 14 de octubre de 1979.

EL DR. CHAPATÍN

UN ANCIANO RENEGÓN.  Fue el primer personaje creado por Chespirito. Se trata de un viejo médico que casi no escucha y tiene un carácter sumamente fuerte.

Es hiperactivo y sus frases más características son “¿Insinúa que soy viejo?” y “¡Ya me dio cosa!”.  Usa una bolsita de papel para pegarles a quienes dudan de su palabra. En uno de los capítulos, el singular personaje recordó la goleada que sufrió Perú  de 6-0 con la que Argentina clasificó a la final del Mundial.

El CHÓMPIRAS

UN LADRÓN NOBLE. Aparentemente un eterno perdedor pero en realidad, pese a ser un ladrón de poca monta, el Chómpiras es un hombre noble y de buenos sentimientos.  En un comienzo, el Chómpiras, cuando todavía se dedicaba al robo, tenía un compañero llamado “Peterete”, este era interpretado por Ramón Valdés. Chespirito siempre dijo que el Chómpiras fue su personaje preferido, incluso por encima del Chavo o del Chapulín Colorado.

CHAPARRÓN BONAPARTE

UN LOCO TIERNO. Amigo inseparable de Lucas Tañeda, Chaparrón es una especie de homenaje a la locura. Lleva un bigote estilo Charles Chaplin. Su forma de hablar desconcierta a todos. Sus clásicas frases  “dicen que estamos locos” y “dígame licenciado” formaron parte de una parodia en la cual más que burlarse de los locos, hacían referencia, dentro del espíritu mexicano, a los hombres que visten saco, corbata y trabajan en la oficina.

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