Peluchín: “Fui travieso de chico pero no hice sufrir a mi papá"

Comparten el color de ojos, la misma mirada y sonrisa. Solo en estos aspectos se parece a su papá, Carlos González, empresario y visionario del turismo en la Amazonía, pues sus historias son diferentes. Mientras Rodrigo tuvo una adolescencia complicada, su papá fue marcado por la muerte de un hijo, hecho que le cambió la vida.   

— Rodrigo, ¿tu papá te regalaba micrófonos cuando eras niño?    

—Sí, tenía 8 años y le pedía que me regalara micrófonos y una grabadora. Entrevistaba a las chicas que trabajaban en mi casa y las tenía locas porque eran como mis invitadas (ríe). 

—¿Qué crees que hayas heredado de tu papá?

—La perseverancia. Él nunca abandonó sus sueños.  

—¿Cuál fue el momento más difícil en que te ayudó?

—Tuve una adolescencia muy difícil, así que no podría decirte cuáles, porque fueron varios momentos. Fueron unos años sin tregua. 

—¿Lo hiciste sufrir?

—No lo considero así. No hice mucha terapia, más bien la terapia la hice en casa (sonríe). Imagino que fue difícil para ellos (sus padres).

"Yo lo traje desde España" 

En tanto, su papá Carlos  contó que fue él quien trajo  a Rodrigo de vuelta al Perú.  

—¿Cuál cree que fue el momento más difícil de Rodrigo?

—Con los hijos hay que estar cerca y lejos a la vez. Lo único que me alegra es haberlo hecho volver a Perú, en contra de la voluntad de toda la familia. él vivió cuatro años en Madrid, donde estaba perdiendo el tiempo y ese no era su sitio.