La historia de cómo fue pasar la Navidad junto a Diego Maradona

La labor periodística no tiene feriados porque la noticia nunca para y la Navidad no es la excepción. ¿Pero te imaginas pasar todo un 25 de diciembre con Diego Armando Maradona? Esa experiencia mágica, que debe ser la envidia para muchos, la tuvo el periodista argentino Daniel Arcucci y la cuenta en el libro Conocer al Diego: relatos de la fascinación maradoniana.

Era un 23 de diciembre de 1985 y, en la redacción de El Gráfico, Arcucci apuraba sus notas para viajar a su pueblo Puan, cuando de pronto lo llama el director Ernesto Cherquis Bialo, quien le avisa que Maradona llegará mañana a Argentina procedente de Italia, donde jugaba en el Napoli, y que era el elegido para hacerle una nota diferente. La misión era que pase la Nochebuena en la casa de Diego, contar qué brinda, qué come, qué regalos hará su familia.

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AL ENCUENTRO CON DIEGO

Al día siguiente, Arcucci fue al encuentro de Diego, quien llegaba de Nápoles. Se presenta ante el Pelusa en el aeropuerto y le pide hacerle una nota en su casa esa noche. “¿Están locos los de El Gráfico?”, le dijo. Ante la insistencia, Diego le dio su número telefónico y le mencionó que lo llame más tarde.
Pasado el mediodía, marcó innumerables veces el número que le brindó y la respuesta era: “Diego está durmiendo”, “Diego ha salido”, “Diego fue a visitar a sus sobrinos”, etc.

A las 10 de la noche marcó por última vez el número y atendió una voz femenina, era Claudia Villafañe, esposa del Pelusa, quien le dice que “no está”. Y fue ahí que Arcucci aplica su último plan. “Mirá, yo soy de un pueblo que se llama Puan, que está a 600 kilómetros de Buenos Aires, allá tengo toda mi familia. Me quedé acá exclusivamente para hacer esta nota. Y ahora me estoy quedando solo, sin fiesta familiar y sin nota... Pero, bueno, está bien, les dejo un saludo grande, que la pasen bien, un abrazo especial pa...”. Claudia lo interrumpió y le pidió que espere un momento.

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LE ABLANDÓ EL CORAZÓN

De pronto, tras un silencio, al otro lado del hilo telefónico escucha la voz de Diego. “¿¡Qué te pasa, pelotudo!? ¿¡Cómo que no te fuiste a tu pueblo a pasar las fiestas con tu familia!? ¿¡Estás loco, vos!? Escuchame: eso no se hace ni por Maradona ni por nadie... Y te digo algo, fiera: sé que me querés ablandar con esto. Pero no te voy a dar bola, ¡no te voy a dar la nota! Hoy... no te voy a dar la nota... Pero vení mañana, vení que te voy a dar una nota, una nota en serio. Va a ser la nota más importante que jamás hayas hecho... Vení a las 11 acá, a la casa de mis viejos”.

Al día siguiente, Arcucci y su fotógrafo llegaron tres horas antes a la casa de los padres de Diego en Devoto. A la hora acordada toca el timbre y lo hacen pasar, Diego lo recibió, charlaron varias horas, compartió un asado y el Pelusa le habló de su infancia, de la Navidad y su presente en Napoli. Hubo muchas fotos y la misión periodística acabó a las 11:00 p. m.

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Sin embargo, la nota no le gustó a los jefes de Arcucci, pues querían que fuera la misma noche de Navidad. Ese fue el inicio de la amistad de Maradona con Arcucci, quien llegó a ser su biógrafo. Y 30 años después de aquel episodio, el periodista contó que un 23 de diciembre del 2015 llamó a Maradona para saludarlo anticipadamente por Navidad, pensando que estaba en Dubái.

El Pelusa se encontraba en Argentina y le pregunta con quién pasará la Navidad, y le responde con unos amigos porque estaba divorciado. Fue ahí que el ‘10’ lo invita a pasar la Nochebuena, en la misma casa donde hace tres décadas vivió por primera vez la fiesta navideña con él. Ese era el Diego de la gente, un personaje polémico, amado y odiado por algunos, pero que nunca será olvidado.