Julio César Antón canta claro. " Cristal necesita un hombre de área de verdad"

Julio César Antón, chinchano de pura cepa para más señales, escribió hermosas páginas en el fútbol peruano por su juego pícaro, sobre todo con la camiseta de Sporting Cristal, con la que logró ser campeón y participó también del tan recordado Rap Celeste cuando campeonaron en 1991.

Hoy, el Artista, como también se le conoce, se animó a comentar la clasificación de la Fuerza Vencedora a la etapa de grupos de la Copa Libertadores.
De paso, quiere dejar constancia que sigue con sus otras pasiones: el canto y la música, y que está a punto de lanzar su tercer disco.

—¿Qué te dejó la victoria y clasificación de Sporting Cristal?
—Fue emocionante, pero debemos reconocer que solo apareció entre 25 a 28 minutos en el primer tiempo. Después, Huracán fue más, conté hasta cinco jugadas claras de gol.

—¿El penal y el gol de Brenner fueron bien anulados?
—En total desacuerdo. Fue penal contra Corozo y en la jugada previa al gol anulado, Yotún estuvo forcejeando con el argentino que lo quiso tomar. El VAR no favorece a los equipos peruanos y hasta tuve miedo que por un segundo anularían el gol de Ávila.

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—¿El VAR debió llamar al juez Claus y expulsar al volante Hezze por la patada artera a un celeste?
—Esa jugada era roja, pero en otra acción también Hezze debió ser expulsado.

—Grimaldo con su actuación tapó la boca a muchos, ¿no?
—Es un jugador que me gusta porque es atrevido y encarador. Él no es el problema, sino que Cristal no tiene un jugador de área, porque Brenner juega muy retrasado. Se necesita un hombre de área como Emmanuel Herrera o Alex Valera.

—¿Esperas más de Corozo?
—Sí. Me parece un jugador interesante, pero es intermitente en su juego. Así como él hay otros jugadores que deberán mejorar en la etapa de grupos para que no regresen temprano a casa.

—¿Apostarías a Ávila como titular?
—No, a Ávila le pasa muchas veces lo mismo que a Corozo, desaparece del juego.

En algodones

—¿Qué recuerdos de tu infancia?
—En Chincha viví los mejores años de mi vida. Trabajaba en las vacaciones como apañador de algodón de 8 a 12 de la mañana y de 2 a 5 de la tarde.

—¿No rehuías al trabajo?
—Mi papá era camionero en la Hacienda Hoja Redonda y, junto con mis hermanos mayores,le ayudábamos. Teníamos todas las frutas y los espárragos.

—¿Cómo se dio tu ingreso al fútbol?
—Con ocasión del aniversario de la Chincha se presenta Sport Boys con todas sus figuras, Cachorro Gardella, Abel Lobatón, Guillermo La Rosa, el Chino Labarthe… y fui convocado por un combinado lugareño donde la rompí y la dirigencia porteña se fijó en mí. Vino el contrato y lo primero que hice fui a comprar su cocina a gas a mi madre.

— ¿Tendrás muy presente ese debut profesional?
— Con 18 años debuté en un Estadio Nacional completamente lleno, en un choque contra Juan Aurich.

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Corazón partido

— Leí que tu paso en la ‘U’ fue un capítulo doloroso en tu carrera…
—Todo el problema ocurrió al fin de temporada; para renovar se agarraron del soplo en el corazón que tenía, me dijeron que piense en mi familia y me retire. Ese soplo lo tengo de nacimiento, pero no me impedía hacer deporte competitivo.

—¿En LDU también pasó algo similar?
—Con la llegada del técnico uruguayo Bertocchi todo cambió; salió que no podía arriesgar con un jugador que tenía problemas del corazón y podía pasarme algo. “Cachito” Ramírez era gerente del club y los había puesto al tanto de todo y todo bien. El hecho es que me malograron la posibilidad de emigrar al Barcelona o Emelec.

—¿Y qué hiciste en Cristal a la dupla de técnicos López-Caballero?
—Sin motivo me pisotearon y no me ponían ni en las prácticas pese a que el preparador físico durante 30 minutos me sacaba la michi en lo físico. Estos técnicos argentinos me embarraron cuando tenía todo listo para ir al Zaragoza y más bien le hicieron toda la gestión para que vaya el Tuta Redher.

—¿Tu fin de ciclo en Cristal también fue espinoso?
—Cuando llegó Amaral, trajo 15 jugadores, a los Marquinho, Julinho y otros más. Yo era el único que no renovaba; hablé con el técnico, me mandó donde el dirigente Lombardi, quien me dijo que no podía meterse en las decisiones del técnico, pero sé que fue él quien me botó, pues creía que sabía mucho de fútbol. Lombardi también se portó mal con el “Negro” Garay.

El artista

—¿Cómo nació el apelativo de el Artista?
—Me lo puso “Pocho” Rospigliosi porque estando en Boys grabé dos discos, Abandonada y Cuatro Cirios, que se vendieron en México y Colombia.

—¿Después vino el Rap del Cristal en 1991?
—La idea fue de los muchachos del grupo Dudó y yo le puse solo la chispa.

—¿Ahora ya retirado de las canchas sigues cantando?
—Canto en cumpleaños y en casinos. El fútbol y el canto son mis dos pasiones.

—¿Cuál es tu repertorio?
—Lo mío es la música romántica, pero cuando me metí en este negocio me puse a ensayar cumbias, salsas y bachatas.

—¿Has pensado ir nuevamente a los sets de grabación?
—Estoy en eso, un cover o una balada cantados en ritmo tropical.