Esposa de Hernán Barcos revela el sueño del Pirata: “Ganar un torneo internacional con Alianza Lima”

Detrás de un gran hombre hay gran mujer, y viceversa. Hernán Barcos dejó todo y vino a la Liga 1 para jugar por Alianza Lima, pero lo que no pudo dejar es a su familia. El Pirata arribó con su esposa e hijos al Perú, y de inmediato se ganó la popularidad por su enorme jerarquía y humildad. Pero no solo el argentino brilló por sus actos, sino también su pareja Giuli Cunha que siempre se muestra solidaria ante la ayuda social y otras actividades resaltantes.

En una reciente entrevista, la esposa de Hernán Barcos confesó cómo se enamoró del Pirata Barcos, la relación que tienen en Perú y los sueños del delantero de Alianza Lima.

“Cuando llegó Hernán a jugar por Gremio (Brasil) yo no lo conocía. No sabía quién era. Yo trabajaba en el área de Marketing y Relaciones Públicas del equipo”, dijo Giuli Cunha a Depor.

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El Pirata quiere conquista Sudamérica con Alianza Lima

Para la conquista del Pirata por el corazón de Giuli Cunha, ella confiesa: “Le costó. Sentía que había algo raro porque es difícil que un jugador vaya a la oficina de Marketing. Él hace de todo para verme feliz”, contó.

“Llegamos a Lima cuando estaba embarazada. Me sentí súper bien en la clínica. Me sentí en casa. No había algún porqué para que no naciera acá”, apuntó.

Sobre el fanatismo que hay en su casa, Cunha respondió. “Toda la familia es hincha de Gremio, pero hoy somos aliancistas de corazón. Tenemos gratos recuerdos de otros clubes en los que estuvo Hernán, pero es la primera vez que nuestro hijo (el mayor) entiende el fútbol. Si le preguntan, él dirá que es de Alianza Lima”, confesó.

“El gol que más grité fue contra Cristal en la final. (…) El gol pendiente de Hernán es un torneo internacional con Alianza Lima. (...) Él hace la diferencia en los clubes a los que va”, resaltó.

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El departamento a la nana, el gran gesto de la familia Barcos Cunha

Otro detalle importante que tocó Giuli Cunha fue acerca del gran gesto que tuvo, junto a su esposo Hernán Barcos, con la empleada doméstica.

“Siempre hemos buscado la forma de ayudar. Nos llegan mensajes de personas que necesitan comida, tratamiento médico. Lamentamos que no podamos ayudar a todos, pero siempre estamos dispuestos a hacerlo. El departamento de Mari (trabajadora de la casa) fue algo bonito que me pasó en la vida. La quiero como un familiar, ella cuida de nuestros hijos”, agregó..