Malingas Jiménez: "Cuando era juvenil limpiaba los carros y lavaba la ropa de los mayores"

Tres años después de su retiro, Roberto Jiménez se ha dedicado a la agricultura, cosechando los mejores limones y mangos de la región Piura.

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Roberto Jiménez: "Cuando era juvenil limpiaba los carros y lavaba la ropa de los mayores"
Roberto Jiménez: "Cuando era juvenil limpiaba los carros y lavaba la ropa de los mayores"

Roberto Jiménez , "Malingas", que ya tiene 38 años apareció, como tenía que ser, en el Alianza Atlético de Sullana el 2002 y desde entonces tuvo una carrera que incluye a los argentinos San Lorenzo, Lanús y Godoy Cruz y los nacionales Universitario, Cristal, entre otros, hasta el 2018.

De esos 16 años en las canchas, Malingas guarda buenos recuerdos. También señaló que cuando estaba en la sub-20 de Alianza Atlético no ganaba y les limpiaba el carro y les lavaba la ropa a los jugadores del primer equipo.

¿Qué nos cuentas de tu etapa escolar?

Que tenía como favorito mi curso de Educación Física y que vivía a una cuadra del colegio, pero era uno de los últimos en llegar. Estudié en primaria en el Daniel Alcides Carrión y secundaria en el Horacio Zevallos. Los días libres me iba a las parcelas de mis padres.

¿Desde chico la rompías con la pelota?

En la primaria ya era un referente de mi equipo. Tenía un amigo, Juanito, con quien después de almuerzo salíamos a jugar en la canchita de tierra.

¿Tu camino en el fútbol entonces ya estaba sellado?

Te soy sincero, nunca pensé llegar a ser profesional, porque era un muchacho de campo. Pero siempre le estuve dando. Cuando tenía 13 años, mis hermanos mayores me iban a llevar a un equipo, pero mi padre no quiso, decía que era un churre y me podían romper.

No fuiste entonces.

Sí. Mi hermano mayor falsificó la firma de mi papá, pero dirigentes del equipo me vieron ralito y dijeron que no. En eso apareció un amigo y me dice que a un señor, a quien le decían Cascarita, le falta jugadores para su equipo y fui. La rompí. Los dirigentes le decían a mi hermano “¿por qué no dijiste que tu hermano era bueno?”.

PLATA COMO CANCHA

¿Cómo se da tu ingreso al Alianza Atlético el 2002?

Johano Bermúdez dirigía el equipo sub-20 y me conocía. Pero me dijo que no iba a ganar nada.

¿Y cómo hacías para mantenerte?

Vivía en la casa del jugador, en Sullana, y para ganar algo limpiaba los carros y lavaba la ropa de los jugadores del primer equipo...

¿Cuánta plata sacabas?

Al mes sacaba 150 dólares, para mí era harta plata.

¿Y cuándo das el salto al primer equipo?

El 2003. Se habían lesionado Pasculli y Ascoy. El presidente del club, Lánder Aleman, me dijo que pasaría a jugar al primer equipo. Debuté contra Melgar, en Arequipa.

¿Qué hiciste con el primer sueldo?

Le compré todo a mi mamá. Boté su cama vieja, compré una cocina, la refrigeradora, los muebles y un grupo electrógeno, porque en mi tierra no había luz. Los vecinos llegaban a la casa a ver los partidos por televisión.

¿Cuánto fue tu sueldo?

Con Lánder arreglé por 200 dólares mensuales, pero nunca gane esa cantidad, porque la rompía, me subía a 400 dólares, luego a 600... Lo máximo que gané fue 1.800 dólares.

EN ARGENTINA

La prensa decía que eras amuleto, porque club al que ibas, campeonaba...

Sí, con San Lorenzo y Lanús.

En San Lorenzo tuviste a Óscar Ruggeri y Ramón Díaz.

Cuando llegué a San Lorenzo estaba Ruggeri, con ‘Checho’ Batista. De ellos recibí un trato A-1. Lamentable, a mitad de año los sacaron y llegó Ramón Díaz, con quien también anduve bien.

Pero Ramón Díaz no te tomó en cuenta para la siguiente temporada, ¿qué pasó?

Me dijo que para seguir en San Lorenzo, su representante debería manejar mi carrera también, pero yo ya tenía uno que era el dueño del 30 por ciento del pase, que no podía, entonces decidieron prestarme al Lanús.

El piquito

Tu relación con la prensa tuvo algunas altas y bajas, ¿no? Te criticaban tu peso, sobre todo cuando llegas a la “U”.

Mucho decían que estaba gordo, pero esa era mi contextura y con ese peso siempre la rompí en el equipo que estuve.

Tu paso por la “U” estuvo lleno de problemas, ¿no?

Comentaban que Ricardo Gareca había sacado a Johan Fano para traer un gordo como yo, pero con mis goles les tapé la boca, hice 18 goles.

También se te criticó por el piquito con Donny Neyra...

Fue una apuesta con Neyra, pero después salí a dar la cara y pedir disculpas. No estaba bien que haya ídolos que hagan ese tipo de cosas.

¿Y tu retiro cómo se dio?

Me retiré a los 35 años, el 2018. Todavía podía seguir jugando, pero decían que yo armaba grupos, que era el señor problemas. Pero yo era frontal y siempre me gustó decir las cosas claras. No era hipócrita. A mis 38 años, si me pongo en forma, jugaría mejor que varios que están ahora en la Liga 1.

SOBRE EL AUTOR:

Periodista de Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Vivo con el deporte y me gusta la música.

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