Boxeador Leodan Pezo cuenta sus sacrificios para lograr la medalla de bronce en Juegos Panamericanos 2019

El boxeador Leodan Pezo vino a Lima a los 15 años y su sueño era estudiar actuación. “Ya pasaron los Juegos Panamericanos y hay que trabajar para llegar a las Olimpiadas de Tokio”, apunta.

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Leodan Pezo dio un concierto de boxeo
Leodan Pezo dio un concierto de boxeo

Carlos Lara Porras

No canta, pero en el ring ofrece siempre un recital de golpes. Y en los Juegos Panamericanos Leodan Pezo dio un concierto de boxeo y logró para el Perú la medalla de bronce en la categoría peso ligero.

Su nombre nomás es motivo de comentario y él le echa la “culpa” a su papá, pero todo en buena onda, como lo que está pasando desde que subiera al podio en Lima 2019.    

¿El nombre de Leodan es por el baladista argentino?

—No sé, pero creo que mi papá era admirador de Leo Dan. Nunca le pregunté a mi papá por qué me puso ese nombre.

¿Qué tan duro fue el camino para alcanzar una medalla?

—La pasé muy duro, soy de Ucayali y llegué a Lima a los 15 años de paseo y me quedé. Vivía en un cuarto alquilado, trabajaba y en las noches estudiaba.

¿De niño quisiste ser boxeador?

—Te soy sincero, no me lo imaginaba, porque mi deseo era estudiar actuación y teatro, pero no pude porque tenía que trabajar y había que medir el dinero.

¿En qué llegaste a trabajar?

—Era mil oficios. Trabajé de ayudante de albañil, en carpintería, de pintor. Chamba es chamba y había que llevar algo para la casa.

¿Y cómo surge el boxeo?

—Cuando iba al colegio, estaba cerca la academia del profesor Armando Echegaray, cuando pasaba con el micro veía en la puerta de la academia la foto de Chiquito Rossel y me dije: “Voy a probar suerte”. Me gustó y así empecé.

¿Ya asimilaste el hecho de haber logrado una medalla en los Panamericanos?

—Aún sigo emocionado y más aún cuando me llama mi gente y mi familia de Ucayali para felicitarme. Es hermoso sentir ese reconocimiento. Representar al Perú es un orgullo.

¿Cómo te motivabas antes de las peleas, escuchando música o algún ritual especial?

—Mi mayor motivación son mis hijos Dylan Jadiel (3) y Mayte Riana (2). Ellos son los que me empujan para seguir adelante y el departamento que me van a entregar gracias a la medalla es para ellos.

¿Te imaginas en los Juegos Olímpicos Tokio 2020?

—Es un sueño poder clasificar a las Olimpiadas y lograr una medalla, para eso habrá que trabajar duro para poder clasificar.

¿Qué sientes que te falta por mejorar o pulir?

—La experiencia de los Panamericanos me ayudará mucho. Me falta mejorar en el trabajo estratégico, cómo pegar a un zurdo o a uno que es más rápido. Últimamente estoy cambiando la guardia para complicar al rival.

Gracias por lograr una medalla para el Perú y que sigan los éxitos.

—A ustedes por su atención. Feliz por lo que estoy logrando, pero siento que me falta mucho. Los Panamericanos ya pasaron y hay que trabajar pensando en Tokio 2020.

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