Jean Deza pateó en el suelo a esposa y quiso ahorcarla

Es la segunda vez que el jugador de Alianza Lima Jean Deza golpea a su esposa en menos de un mes y la tercera desde que son pareja. Con la pierna izquierda hinchada, un moretón en la pantorrilla derecha y con todo el cuerpo adolorido, Kleydi Rossi Medina apenas puede caminar.

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Deza, según su pareja, está por mal camino.
Deza, según su pareja, está por mal camino.

Tania Medina Prado

Fotos: cortesía de Carlos Paz

 Es la segunda vez que el jugador de Alianza LimaJean Deza, golpea a su esposa en menos de un mes y la tercera desde que son pareja. Con la pierna izquierda hinchada, un moretón en la pantorrilla derecha y con todo el cuerpo adolorido, Kleydi Rossi Medina apenas puede caminar. 

Ella acudió ayer a la comisaría y sentó la denuncia por maltratos físicos que ocurrieron la madruga del lunes en la casa del jugador en San Miguel, y dijo que no callará más. 

Enseguida, habló en exclusiva para el Popular.

—¿Qué sucedió, Kleydi?

−Fui a pedirle a Jean a su casa el dinero para nuestra hija que está enferma y para mí porque tengo que hacerme chequeos cada 72 horas, porque mi embarazo es de riesgo.

—¿Estaba borracho?...

−Sí, en ese momento mi cuñado Dani me abrió la puerta y me hizo pasar, entre tanto Jean, en calzoncillos, no paraba de insultarme y decía “bótenla a esa c...”.

—¿Qué hiciste? 

−Le reclamé y me empujó. Cuando estaba en el piso me pateó y luego intentó ahorcarme. Si no estaba Dani (su hermano) no sé qué hubiese pasado. 

—¿Había chicas ahí?

−Yo creo que sí.

NECESITA AYUDA 

—¿Podría decirse que Jean Deza es alcohólico?

−No lo sé, pero toma casi todos los fines de semana.

—¿Y su familia no le dice nada?

−Su familia es su principal cómplice, sobre todo su hermano Luis Eduardo y Sandro Barrón, que desgraciadamente es primo mío; ellos lo viven, porque los viste de pies a cabeza.

—Obviamente no piensas retroceder...

−No, ya no. He decidido no callar más, la justicia hará su trabajo y tendrá que pagar.

—¿Cómo va tu embarazo?

−Hace dos días tuve una hemorragia en el hospital por un colerón. Él sabe que no puedo tener ningún malestar y aún así lo hace. 

DESPROTEGIDA

—¿Kleydi, qué sientes después de tantas agresiones?

−Rabia, yo le di todo. Yo he cuidado gran parte de su carrera, cuando él iba a la Videna yo le daba para sus pasajes. 

—¿Qué has callado?

−Sus golpes, sus maltratos, sus borracheras, sus salidas y diversiones. 

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