Raffaella Camet: “Los chicos me envían regalos”

Tania Medina

Fotos: Jenny Valdivia

 Raffaella Camet Bertello es una espigada voleibolista de 1.80 centímetros de puro talento y belleza, que a sus 22 años rompe muchos corazones a pesar de que el suyo ya tiene dueño. “Raffi” sueña con tener un restaurante propio y cuenta con 85 mil seguidores en su cuenta de Twitter

—Ni las estrellas de Combate o Esto es guerra tienen tantos seguidores...

−Sí, parece mentira. Me apuntaré en uno de esos realities (risas)... Mientras que en Instagram llego a los siete  mil fans-

−¿Alguno de tus seguidores  te ha mandado regalos?

−Sí, ¡uff!, me envían peluches, collares y cadenitas.

−¿También cartas de amor?

−Me lo hacían llegar ellos mismos a los entrenamientos, incluso hasta a mi casa (risas).

−¿Tu novio no se pone celoso?

−No mucho, lo que pasa es que en nuestra relación hay muchísima confianza.

—¿Cómo es él contigo? 

−Cariñoso y atento. Me da mucha felicidad estar con él porque me llena. Es una persona súper comprensiva.  

—Fue amor a primera vista...

− Sí, definitivamente. Ambos nos miramos y hubo química.

LO QUE SE HEREDA...

—¿Por qué elegiste ser voleibolista?

— Mis papás son súper deportistas; mi papá practica frontón; y mi mamá, vóley hasta ahora, yo la veía de chiquita y por ella me gustó.

— Pero tu mamá, María Isabella Bertello, no jugó en la selección de voleibol sino en la de básquetbol...

—Efectivamente, desde los 12 hasta los 18 años. 

—Tienes buena disciplina, pero no me vas a negar que te das tus escapaditas a fiestas...

—Para mí es vital pasarla con mi familia, con mis amigas y “Chiqui”...

— ¿Y quién es “Chiqui”?

—Seguro que estás pensado que es un hombre; nada,  es mi mascota.

— Un pajarito nos dijo que bajo esa tierna mirada hay una “diabólica” que le gusta las series sangrientas...

—Con mis padres usualmente vemos series de criminalística, inclusive grabamos los capítulos (risas).

— ¿Playa, ciudad o campo?

−Elijo la playa, me encanta la tranquilidad, la paz, el calor. ¡Todo!

TODOTERRENO

—A tus 22 años eres una persona muy madura, ¿qué te molesta?

−El machismo, el sistema judicial. Además, detesto a las personas que se la pasan criticando; el peruano critica destructivamente.

—¿Raffaella Camet al Congreso?

−Nada, me dedico a estudiar. Estoy en el quinto ciclo de Negocios Internacionales en la USIL.

−¿Qué tipo de negocio sueñas tener?

−Mi propio restaurante, en el que también haga postres.

−No me vas a decir que superas a Astrid (esposa de Gastón Acurio). ¿Qué sabes preparar?

− Cupcakes, galletas, brownies. Me gusta y lo hago bien.

−¿También esperas seguir los pasos de tu compañera Keith Meneses, quien también es modelo?

−Para ganarme la vida, no; pero sí eventualmente. Si tengo tiempo y me gusta  el concepto se pueden dar algunas fotos.

RAZA CELESTE

−¿Te identificas con tu equipo Cristal?

−Sí, es un sentimiento muy fuerte, conozco a los dirigentes, voy al Rímac, hay un lazo muy bonito. Con Cristal se ha formado una química especial.

−Eres una capitana con temperamento. ¿Cómo ves en términos técnicos a tu equipo?

−Superbién, tenemos muchísimo potencial, somos un equipo bastante joven  con muchas ganas. 

—¿Entonces te sientes muy cómoda?

−Sí estoy cómoda, todas somos contemporáneas, me gusta porque no es un equipo donde hay mala vibra, y eso es fundamental para mí.

—Este año se llevan la Copa ustedes...

−Sí, hay que trazar metas altas, tenemos ímpetu y ganas, sabemos que no nos debemos confiar ante ningún rival, siempre vamos para adelante. 

SU PLATA

Raffaella comenta que esta Navidad ella y su familia la pasaron en la casa de sus tíos y que su principal labor fue alegrar a todos. También que se regaló ella misma un iPhone.  “Es que mi teléfono está fallando, pero mi papá no me lo compró, tuve que comprármelo yo misma”, contó.